La selva tropical suministra humedad a toda
Sudamérica, influye en las lluvias de la región, contribuye a la estabilización
del clima global y posee la mayor biodiversidad del mundo.
Precipitación
La selva amazónica produce grandes cantidades de agua, no
sólo para Brasil, sino para toda Sudamérica. Los llamados "ríos
voladores", es decir, las masas de aire cargadas con vapor de agua
producido por la evapotranspiración, transportan la humedad a grandes partes de
Brasil. Estas enormes nubes de lluvia también influyen en la precipitación en
Bolivia, Paraguay, Argentina, Uruguay e incluso en el extremo sur de Chile.
Según un estudio del instituto estatal de investigación
INPA, un árbol de 10 metros de diámetro puede soltar más de 300 litros de agua
a la atmósfera en forma de vapor al día, más del doble de lo que un brasileño
consume diariamente. La preservación de la Amazonía es esencial para la
agricultura, la producción de alimentos y la producción de energía de Brasil.
La deforestación interrumpe la evapotranspiración,
daña la extensión de los "ríos voladores" y afecta a las
precipitaciones en muchos países de América del Sur. Además, el Amazonas es
responsable de casi una quinta parte del agua que llega a los océanos.
La Amazonía y las selvas tropicales, que
almacenan entre 90 y 140 mil millones de toneladas de carbono, contribuyen a
estabilizar el clima mundial. La selva amazónica por sí sola representa el 10%
de la biomasa total del planeta. Por otra parte, los bosques deforestados son
la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero. La deforestación
para obtener tierras para la agricultura libera gases de efecto invernadero a
la atmósfera y desestabiliza el clima.
El acuerdo de París sobre el cambio
climático de 2015 estableció el objetivo de limitar el calentamiento global a
menos de dos grados en comparación con la era preindustrial e incluyó
inevitablemente la conservación de los bosques. Los datos de la ONU de 2015
muestran que Brasil es uno de los diez países con mayores emisiones de gases de
efecto invernadero del mundo.
Brasil se ha comprometido internacionalmente a reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero en un 43 por ciento para 2030 en
comparación con los niveles de 2005. Para lograr este objetivo, el país se ha
comprometido a aumentar la presencia de la bioenergía sostenible en su matriz
energética, incluida la reforestación de 12 millones de hectáreas de bosques.
Balance medioambiental:
El diez por ciento de todas las especies conocidas se encuentran en la Amazonia. La selva tropical más grande del mundo tiene la mayor biodiversidad del mundo. Además, hay un gran número de especies desconocidas para los científicos, especialmente en áreas remotas.
Preservar la biodiversidad es importante porque garantiza
la sostenibilidad de todas las formas de vida. Los ecosistemas sanos y diversos
también se recuperan mejor de desastres como los incendios forestales. La
conservación de la biodiversidad también contribuye a la estabilización de
otros ecosistemas de la región. El enorme arrecife de coral del Amazonas, por
ejemplo, es el hábitat de corales amenazados por el calentamiento global.
Según el biólogo Carlos Eduardo Leite Ferreira, de la
Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro, este arrecife podría
contribuir a repoblar áreas dañadas de los océanos con corales. Sin embargo,
compañías petroleras como Total y BP tienen planes de perforar en busca de
petróleo cerca del arrecife amazónico, lo que amenazaría este ecosistema.
Productos de la selva tropical
Las especies nativas de la Amazonia también son
importantes para la producción de medicinas, alimentos y otros productos. Más
de 10.000 especies de plantas en la región tienen ingredientes importantes para
uso médico, cosméticos o control biológico de plagas.
Según un estudio de la Universidad ABC de Sao Paulo, la
llamada "uña de gato", una planta nativa de la Amazonía, no sólo se
puede utilizarse para tratar la artritis y la osteoartritis, sino que también
puede reducir la fatiga y mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer
avanzado.
Los productos de la selva tropical se venden en todo
Brasil: bayas de acai, guaraná, frutas tropicales, palmitos y productos
autóctonos. La nuez del Brasil, la jarina (una especie de palma), el rutilo y
el jaborandi (ingredientes vegetales), el palo de rosa (árbol) y las resinas y
aceites son los principales productos de exportación.
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