Tras el
rezo del Ángelus de este domingo, el Papa León XIV volvió a alzar su voz en
defensa de la paz en Ucrania y se refirió con dolor al naufragio ocurrido
frente a las costas de Mauritania, donde al menos de 70 migrantes
murieron y alrededor de 100 permanecen desaparecidos.
El Santo Padre indicó que,
“lamentablemente, la guerra en Ucrania sigue sembrando muerte y destrucción”.
Recordó que “también en estos días, los bombardeos han alcanzado varias
ciudades, incluida la capital, Kiev, causando numerosas víctimas”.
Ante esta situación, aseguró:
“Renuevo mi cercanía al pueblo ucraniano y a todas las familias afectadas.
Invito a todos a no ceder a la indiferencia, sino a acercarse con la oración y
con gestos concretos de caridad”.
“Reitero con fuerza mi urgente
llamamiento a un alto el fuego inmediato y a un compromiso serio con el
diálogo. Es hora de que los responsables renuncien a la lógica de las armas y
emprendan el camino de la negociación y la paz, con el apoyo de la comunidad
internacional”, agregó.
El Papa subrayó que “la voz de las
armas debe callar, mientras que debe alzarse la voz de la fraternidad y la
justicia”.
“Nuestros corazones están
heridos” por el naufragio en Mauritania
León XIV también se refirió al
dramático naufragio ocurrido en el Atlántico, cuando una embarcación que
transportaba migrantes volcó al intentar llegar a las Islas Canarias.
“Nuestros corazones también están heridos por las más de
cincuenta personas fallecidas y las aproximadamente cien que siguen
desaparecidas”, expresó el Pontífice.
Recordó que “esta tragedia mortal se repite cada día en todo el
mundo” y exhortó a la Iglesia y a la sociedad a responder con acogida: “Oremos
para que el Señor nos enseñe, como individuos y como sociedad, a poner
plenamente en práctica su palabra: ‘estaba de paso, y me alojaron’ (Mt 25,35)”.
Al concluir, el Papa también
recordó que mañana, 1 de septiembre, se celebrará la Jornada Mundial de Oración
por el Cuidado de la Creación, instituida por el Papa Francisco en 2015 junto
con el Patriarca Bartolomé I.
“Esta celebración es más que nunca importante y urgente, y este
año tiene como tema ‘Semillas de paz y esperanza’”, señaló. El Pontífice animó
a los cristianos a vivir con espíritu franciscano esta cita: “En el espíritu
del Cántico del hermano sol, compuesto por él hace 800 años, alabamos a Dios y
renovamos nuestro compromiso de no estropear su don, sino de cuidar nuestra
casa común”.
Finalmente, encomendó “a todos los heridos, desaparecidos y
fallecidos, en cualquier lugar del mundo, al amoroso abrazo de nuestro
Salvador”.
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