HelioCone: solución sostenible que
canaliza la luz solar mediante geometría óptica y fibras ópticas. Funciona sin
motores ni partes móviles, aprovechando la reflexión interna entre superficies
anguladas.
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Luz natural en interiores sin
electricidad.
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Captación solar pasiva desde
cualquier ángulo.
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Ideal para espacios profundos o mal
iluminados.
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Inspirado en una observación real en
la universidad.
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Diseño modular, eficiente y
sostenible.
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Sin partes móviles, sin consumo
energético.
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Potencial para edificios más verdes.
Para
qué sirve
HelioCone es un sistema pasivo de iluminación natural
diseñado para captar y redirigir la luz solar hacia zonas
interiores con poca o ninguna exposición directa al sol. Su geometría
optimizada utiliza reflexiones internas para canalizar la luz
a través de fibras ópticas, sin requerir electricidad, motores ni partes
móviles.
Esta tecnología ofrece una solución concreta al problema de la dependencia
energética de la iluminación artificial en edificios, especialmente en
espacios como pasillos, sótanos o habitaciones alejadas de ventanas. Además,
reduce la necesidad de lámparas encendidas durante el día, lo que implica
un ahorro energético real y una disminución de emisiones
asociadas al consumo eléctrico.
En un contexto donde los edificios representan cerca del 40 % del consumo energético global, dispositivos como HelioCone tienen el potencial
de transformar cómo se diseña la arquitectura en clave más sostenible.
La idea surgió de una observación cotidiana pero reveladora: en la
biblioteca de la universidad, una simple pancarta blanca en el
exterior lograba distribuir la luz solar de forma sorprendentemente eficiente
hacia el interior del espacio. Este fenómeno sirvió como chispa para detectar
un problema común pero poco atendido: la mala iluminación natural en
ambientes profundos, que obliga al uso constante de luz artificial.
Ese momento evidenció que una solución pasiva y eficiente podía mejorar notablemente la calidad del espacio sin
añadir consumo energético. A partir de ahí, el equipo transformó una
observación casual en una propuesta técnica, basada en la física de la luz y en
una vocación clara por el diseño responsable.
Cómo
funciona
El sistema se basa en una estructura
hemisférica de cinco conos concéntricos, colocados sobre la fachada de los
edificios, cerca de las ventanas. Cada cono está diseñado para captar luz solar
dentro de un rango específico de incidencia, lo que permite que el
dispositivo funcione a lo largo del día y en distintas estaciones.
La luz entra por el cono exterior y,
mediante reflexiones múltiples entre superficies altamente reflectantes,
se redirige hacia un punto focal común. En ese punto, una fibra óptica conduce
la luz hacia zonas interiores, sin pérdida significativa de intensidad.
La gran ventaja es su capacidad
para aprovechar tanto la luz directa como la difusa, lo que lo hace
viable incluso en fachadas orientadas al norte o en días nublados.
Además, su forma modular permite integrarlo en edificaciones existentes o
nuevas, sin grandes obras ni impacto visual intrusivo.
La evolución del diseño fue todo menos lineal. Tras un
arranque creativo libre, el equipo comprendió que la clave estaba en la precisión física más que en la inspiración formal. El enfoque cambió
hacia el análisis de cómo se comporta la luz, qué materiales reflejan mejor y
cómo optimizar la trayectoria del rayo solar desde la entrada hasta el punto de
salida.
Ese momento evidenció que una solución pasiva y eficiente podía
mejorar notablemente la calidad del espacio sin añadir consumo energético. A
partir de ahí, el equipo transformó una observación casual en una propuesta
técnica, basada en la física de la luz y en una vocación clara por el diseño
responsable.
Se aplicó una lógica de Technology
Pull, analizando tecnologías existentes como los captadores solares parabólicos
o los tubos solares, pero reinterpretándolos con una estética y eficiencia
propias.
El diseño se consolidó con
referencias de arquitectura funcional y diseño industrial: desde las geometrías
limpias de Norman Foster, hasta la atención al detalle técnico de
marcas como Artemide. En paralelo, se trabajó en la modularidad,
facilidad de montaje y escalabilidad, pensando desde el inicio en la
viabilidad real del producto.
Potencial
HelioCone no es solo una innovación
técnica; es una oportunidad para replantear cómo usamos la luz natural
en las ciudades. Estas son algunas formas en las que puede contribuir a un
futuro más sostenible:
·
Reducir el consumo
eléctrico diurno, especialmente en oficinas,
hospitales y escuelas, donde la iluminación artificial es constante.
·
Mejorar la salud y
el bienestar de las personas, al aumentar la
exposición a luz natural, con beneficios demostrados en el ritmo circadiano y
el estado de ánimo.
·
Disminuir la huella
de carbono de los edificios, ayudando a
alcanzar los objetivos de eficiencia energética marcados en políticas como
el Pacto Verde Europeo.
·
Facilitar la
rehabilitación energética de
edificaciones existentes sin intervenciones complejas o costosas.
·
Democratizar el
acceso a luz natural en contextos urbanos densos,
donde no todos los hogares tienen buena orientación o vistas abiertas.
HelioCone representa un paso tangible
hacia una arquitectura más consciente, donde la luz no solo se
enciende, se capta y se optimiza, aprovechando lo que el planeta ya ofrece,
sin coste añadido para él.
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