El termino AMARGURA viene de
AMARGO, característico de la hiel, son sentimientos de aflicción, tormento,
atribulación y tristeza mezclada con rabia.
Haga memoria, cuantas veces ha catalogado a alguien de amargado por
detectar un comportamiento grosero, despectivo o apático, pero había pensado
alguna vez que la amargura puede ser un desorden mental. La
Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en
inglés) viene discutiendo desde hace unos meses la conveniencia de incluir la
amargura dentro de los trastornos mentales reconocidos por el Manual de
Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales, la Biblia de consulta entre
los especialistas en enfermedades mentales, bajo el nombre Trastorno de
Amargura Postraumática.
Uno de los mil rostros de la AMARGURA |
Miguel Ángel Sabogal, médico
psiquiatra y presidente de la Asociación Colombiana para la Salud Mental , afirma
que la APA
actualmente reconoce que ese estado emocional podría ser permanente e incluso
producir un grado de discapacidad o de disfuncionalidad en un alto porcentaje
de la población como respuesta a diversos factores denominados traumáticos
(consecuencias de la guerra, perdidas laborales, económica, afectivas, ect.). Pese a esto, Sabogal considera
que “la amargura colectiva que estamos observando en incremento es un fenómeno
social que no debe ser rotulado como patología psiquiátrica puesto que eso
simplificaría demasiado el problema y ofrecería una intervención sólo desde el
modelo médico, corriéndose el riesgo de medicar a una gran cantidad de
individuos que lo que realmente necesita es una intervención psicosocial”.
Pintura Satírica sobre la AMARGURA, Autor: Francisco de Olles 1884 |
Aunque afirma que es importante
llamar la atención sobre este aspecto que podría considerarse uno de los síntomas
de las principales patologías que está experimentando nuestra sociedad. Pero,
¿de qué hablamos cuando hablamos de amargura? Sabogal explica que el término
amargura viene de amargo que significa sabor desagradable y característico de
la hiel. “Cuando nos referimos a la
amargura por consenso general nos estamos refiriendo a una sensación
displacentera, a unos sentimientos de aflicción, de tormento, de tribulación o
incluso de tristeza mezclada con rabia”, agrega. La amargura es una respuesta
pasajera y natural del ser humano ante la frustración continua, el estrés
constante o ante eventos vitales traumáticos.
Manto de la AMARGURA, bordado por Rodriguez Ojeda de Sevilla 1857-1930 |
“Sin embargo, se convierte en una
reacción patológica cuando ese sentimiento deja de ser pasajero para
convertirse en un estado permanente que no nos permite disfrutar de nuestras
actividades, disminuye nuestra creatividad y comienza a traducirse en
actuaciones agresivas, vengativas, no asertivas o incluso auto o hetero
destructivas”. Según el especialista, la preocupación surge cuando ese fenómeno
se convierte en una patología social, es decir, cuando pasa de presentarse
esporádicamente en algunos individuos a ser una respuesta generalizada en la
mayoría de la sociedad.
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