Diversos estudios
detallan que el cerebro puede ser estimulado como cualquier músculo del cuerpo para favorecer un
correcto funcionamiento.
1. Redes sociales. De acuerdo con la psicóloga
Tracy Alloway considera
que las redes sociales mejoran la memoria de
trabajo de una persona, porque promueve la adquisición y retención de
información para utilizarla después. Sólo trata de moderar su uso para que no
sea contraproducente.
2. Práctica de ejercicio. Un estudio
publicado en el British Journal of Sports Medicine detalla que la práctica de ejercicio
moderado a intenso aumenta el rendimiento académico, mejora el flujo sanguíneo
y estimula las neuronas.
3. Utilizar videojuegos. Algunos
psicólogos coinciden en que utilizar los videojuegos de forma moderada mejora
la memoria, creatividad y la habilidad para solucionar problemas.
4. Siestas: Tomar una siesta (30 a 60 minutos) ayuda a
despejar la mente y tener una mejor reflexión, de acuerdo con un estudio
presentado en la reunión de Neurociencia
2013 en Nueva Orleans, Estados Unidos.
5. Escuchar música. De acuerdo con un
estudio del Instituto de la Música y la Mente , de la Universidad de
McMaster en Canadá,
la música mejora las funciones del cerebro, es
decir, se tiene una mayor memoria y atención.
El funcionamiento de nuestro cerebro depende en buena
medida de nuestra alimentación:
1- Brócoli:
Esta legumbre le ayudará a optimizar múltiples aptitudes mentales y estimulará
la rapidez de procesamiento de información en tu cerebro.
2- Nueces:
Las nueces, además de ser un alimento disfrutable y que se puede combinar con
decenas de platillos, nos dotará de una buena cantidad de vitamina E, un
ingrediente esencial para el desarrollo de la memoria.
3- Sardinas:
Este fruto de mar es rico en vitamina B12, complemento que permitirá relajarse
a su sistema nervioso, lo cual se traducirá en mayor lucidez del pensamiento, y
además dotará de energía al cerebro para llevar a cabo funciones de manera más
ágil y concreta.
4- Moras azules: Ingerir un par de decenas de moras azules al día sería un gran obsequio
que tu cerebro sabría agradecer. Su alto nivel de antioxidantes y de Omega-3,
sumado a las proteínas que ofrece a nuestro cuerpo, las coloca como un alimento
indispensable en nuestra dieta cerebral.
5- Té Verde:
En este caso nos referimos idealmente a un te verde de máxima calidad. Los
aminoácidos que tiene esta planta, como el L-theanina, hacen de esta bebida una
digna acompañante de la lucidez y la meditación. Además, tiene altos niveles de
EGCG la cual limpia la sangre, rejuvenece el cuerpo, y combate la probabilidad
de contraer cáncer.
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