SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 18 de noviembre de 2017

¿Por qué beber 2 litros de agua por día? No existe documentación científica seria que apoye la recomendación. (Salvo el de las embotelladoras de agua)

Es Antinatural: Nuestro cuerpo dispone de un exquisito censor de hidratación, un mecanismo homeostático refinado durante millones de años de evolución. Si es tan poco fiable como nos quieren hacer creer, es increíble que hayamos sobrevivido todo este tiempo sin contar con cantimploras ni agua embotellada, toda una hazaña.-Beber cuando se tiene sed es lo indicado, salvo alguna enfermedad-



Los estudios serios: Ese trabajo, titulado “Beba al menos ocho vasos de agua”. ¿En serio? ¿Existe evidencia científica? (“Drink at least eight glasses of water a day.” Really? Is there scientific evidence for “8 × 8”?) se prolongó durante más de 10 meses y llegó a algunas conclusiones, acreditadas hasta el más mínimo detalle, que seguro no te dejarán indiferente. Entre ellas:


·                    No existe documentación científica seria que apoye la recomendación general o para todo el mundo sobre el presunto beneficio de beber ocho vasos o dos litros de agua al día. De hecho hay una cierta evidencia, aunque nunca como para llegar a probar el asunto, de que NO debemos beber tanta agua como ocho vasos o dos litros al día.

·                    Esa recomendación puede resultar excesiva para un adulto medio, sano, en un clima templado y con una vida sedentaria. En este contexto, dicho perfil sería el de aquella persona que realiza un trabajo de oficina durante la mayor parte del día, y que puede (o no) hacer un ejercicio moderado sin demasiada sudoración.
·                    No solo no hay evidencia de que no se deba recomendar beber tanto, si no que dicha recomendación podría ser más perjudicial que beneficiosa si se tiene en cuenta el riesgo de una eventual hiponatremia (bajos niveles de sodio en sangre) potencialmente peligrosa. También hay que tener en cuenta el riesgo de frustración cuando alguien se siente culpable por no beber lo que dicen las supuestas ‘recomendaciones médicas’.

·                    También hay ciertas situaciones en las que se deberían recomendar mayores cantidades de líquido que la mencionada. Ejemplos habituales serían las personas con cálculos renales y aquellas que realizan un esfuerzo físico extremo, en especial en ambientes cálidos.

Este ensayo no es la única voz discordante al respecto. Sí fue la primera vez que se rebatió seriamente, pero desde el 2002 han aparecido unos cuantos más. Así, el artículo publicado en 2007 en la relevante revista British Medical Journal titulado Mitos sanitarios o médicos (Medical myths) también lo pone de relieve en sus primeros párrafos, trayendo a colación precisamente la extensa y prolija revisión antes mencionada.

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