SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 31 de marzo de 2018

NO se pudo crear aun VACUNAS contra enfermedades SEXUALES GRAVES como, bacterianas (gonorrea, sífilis, clamidia), parasíticas (tricomoniasis) y virales (herpes, VPH, VIH).

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se pueden dividir en tres categorías según el agente patógeno que las causa: bacterianas (gonorrea, sífilis, clamidia), parasíticas (tricomoniasis) y virales (herpes, VPH, VIH).
Sífilis

Los últimos estudios clínicos enfocados en gonorrea, clamidia y sífilis probablemente son de hace 20 o 30 años, debido a que hay antibióticos que funcionan potencialmente bien y no ha habido una necesidad urgente. Hasta hoy. Actualmente se está viendo una resistencia emergente a estos medicamentos, en el caso de gonorrea y clamidia, planteó el Dr. Germán Henostroza, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Alabama en el Birmingham Medical Center, durante el III Congreso Internacional: Vacunología en los Trópicos, realizado en Panamá. “Estas enfermedades han cobrado un renovado interés en la comunidad científica, pero aún no hay nada novedoso y probablemente no lo haya en muchos años”.
Gonorrea


No obstante, resaltó que Australia está liderando la búsqueda de una vacuna contra la clamidia, ya que sus emblemáticos koalas sufren de muchas infecciones por clamidia y mueren, por lo que el gobierno está destinando fondos para la investigación.

En cuanto al herpes, detalló que se han efectuado muchos estudios de vacunas, pero ninguno ha resultado en algo efectivo. No obstante, añadió, en el Albert Einstein College of Medicine el investigador Bill Jacobs y su grupo desarrollaron una vacuna “interesante”. Hasta ahora el diseño de las vacunas contra el herpes se había concentrado en una proteína específica (glicoproteína D), pero el equipo de Jacobs decidió manipularla genéticamente y crearon una nueva vacuna que han probado en ratones, demostrando que sí confiere protección a los animales.
Clamidia


Respecto al VIH, Henostroza mencionó que si se combinan intervenciones como el comportamiento sexual responsable, la circuncisión y el tratamiento con antirretrovirales, se puede lograr que disminuya la prevalencia e incidencia. El problema es mantener todas esas intervenciones al máximo y por el mayor tiempo posible.
“No vamos a eliminar la epidemia de VIH sin una vacuna efectiva”, dijo, pero “lamentablemente, en todos los estudios clínicos de eficacia que se han hecho, no se ha tenido logro sustancial”.
Transmisión de Herpes, VPH, VIH.


El único estudio que ha tenido posibilidades de buenas noticias es el RV 144, que se hizo en Tailandia, en el que se logró una reducción de 31% de la incidencia de riesgo de infección, y cuyos resultados se publicaron en 2009. Luego se formó la Pox-Protein Public-Private Partnership (P5), una coalición de patrocinadores y organizaciones que impulsa la investigación para obtener una vacuna contra el VIH. Se ha planeado un gran estudio en el sur de África con el subtipo de HIV más común en esa región. Y hay otros más que vendrán.


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