SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



lunes, 28 de enero de 2019

LECHE: La comunidad científica rediscute los beneficios de los lácteos. Su injerencia en enfermedades crónicas y cómo sustituirlos.

La comunidad científica internacional comenzó arediscutir las bondades de los productos lácteos para la salud, presentados como pilares de la alimentación. Se investiga su incidencia en ciertas afecciones crónicas. La Universidad de Harvard, incluso, ya eliminó a los lácteos de su “plato” de alimentos saludables con el objeto de poner un freno a su ingestión excesiva. 

Esta nueva mirada sobre el consumo humano de leche vacuna se ha expandido tanto que ya fue motivo de diversos libros y documentales, aún en la Argentina. Mientras NOTICIAS realizaba una investigación sobre el tema con el título “Mala leche”, que ilustra la tapa de esta edición, Editorial Planeta publicará en noviembre el libro homónimo de la periodista Soledad Barruti, autora del bestseller “Malcomidos”, sobre los riesgos de los productos ultraprocesados.

Casos. María Luz Sanz (29) admite que amaba especialmente los quesos. Licenciada en Nutrición por la UBA y con una residencia completa en el Hospital de Clínicas, creció y se formó asumiendo los beneficios de los lácteos. Las Guías Alimentarias para la Población Argentina, por ejemplo, recomiendan tres porciones al día de leche, yogur o queso. 

Pero, desde 2013, Sanz empezó a quemar los libros, o, al menos, algunos de sus capítulos. Durante una rotación por el Servicio de Pediatría del hospital, descubrió un enfoque integral para el tratamiento del autismo que, entre otras medidas, restringe la ingestión de proteínas de la leche. Y que podría tener beneficios en poblaciones más amplias. Leyó estudios y fue una epifanía. “No podía entender que nadie en la facultad me lo hubiera contado”, asegura.
La joven nutricionista no sólo se integró a un equipo multidisciplinario que alienta esa “herejía” para el tratamiento del espectro autista y otras afecciones crónicas, sino que también modificó gradualmente su propia alimentación. Chau quesos, yogur, leche. También limitó el gluten de las harinas, hace las compras en dietéticas en lugar de supermercados y frecuenta más la cocina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario