SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



viernes, 3 de mayo de 2019

NUESTRA SALUD: Cuidemos nuestro estomago-

El estómago es el centro de nuestro cuerpo y desde donde parten muchas de nuestras funciones vitales. Además procesa todos los alimentos que consumimos y hasta tiene inferencias en nuestro estado de ánimo, nuestro humor y nuestra felicidad. ¿Quieres saber cómo cuidar tu estómago y evitar enfermedades en él? Entonces, lee este artículo.

Más allá de una cuestión estética, no tener un vientre demasiado abultado es bueno para la salud. Además, si mantienes el estómago en buenas condiciones, te sentirás mejor. Como dice el refrán popular “en el estómago fragua la salud”. Si por el contrario, no está funcionando bien, no te sentirás de ánimo, estarás cansado, tu piel se verá apagada y es probable que subas de peso. Todo ello debido a que tu organismo tendrá serios problemas para deshacerse de las toxinas y los desechos que son transportados por la sangre.

Como ya hemos dicho antes, la piel es la señal por excelencia de que algo no está bien en tu estómago. Lucirá grasosa, con acné, como apagada, etc.
Otros síntomas de que necesitas hacer un cambio en la forma de tratar tu sistema digestivo son:
  • Mal aliento (halitosis).
  • Boca “pastosa”.
  • Lengua de color blanco.
  • Estómago dolorido.
  • Vientre inflamado.
  • Exceso de gases.
  • Poco apetito.
  • Náuseas.
  • Eructos.
  • Estreñimiento.
  • Diarreas.
  • Empachos.
  • Indigestiones.
  • Todas estas señales pueden estar indicando que existen problemas en tu vientre. Si padeces al menos una de ellas (o varias), es preciso que realices algún tratamiento para equilibrar el estómago y recuperarte. 

    Ingerir lácteos en exceso

    Sobre todo, se presentan intolerancias a la leche de vaca entera y cruda, aunque también a algunos quesos muy fuertes.
    Todos los lácteos son difíciles de digerir para el estómago, por eso se recomienda limitar su consumo.
    Algunos indican que esto se debe a los compuestos artificiales añadidos, como hormonas que se le dan a las vacas para aumentar la producción de leche.

    Lo cierto es que a muchas personas los lácteos no les sientan muy bien. Esto es así porque nuestro estómago no tiene la enzima precisa para digerirla y se queda pegada en el revestimiento del intestino. Ello causa inflamación en el estómago, gases, empacho, acumulación de toxinas y de grasas.

    Comer de forma desordenada


  • ¿Qué quiere decir esto?
    • No dejamos pasar al menos dos horas entre cada ingesta.
    • “Picamos” a cada rato.
    • Nos acostamos y al rato comenzamos a masticar un chicle o comer una golosinas.
    Esto ocasiona que el estómago no tenga nunca descanso, tenga que funcionar todo el tiempo y cause molestias, indigestiones, mala absorción de nutrientes, dolores, etc.

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