Marisa
A Erasmus, profesora de ciencias animales de la Universidad de Purdue, advierte
contra la “compra por miedo” de pollos durante la pandemia COVID-19.
En estos tiempos de acaparamiento de papel higiénico, la gente
duda de las cadenas de suministro y se preocupa por la seguridad alimentaria. La compra de
pollos están en aumento en medio de COVID-19, pero este no es
un buen momento para comenzar una granja de pollos en tu patio trasero,
advierten los expertos.
Para muchos consumidores ahora, la idea de un suministro de
huevos frescos – sin los peligrosos viajes al supermercado llenos de
preocupaciones por la transmisión de coronavirus – es seductora. Pero los pollitos no son máquinas, son
criaturas vivas que requieren cuidados. La cría de pollos tampoco es una solución rápida. Los
pollos tardan cinco o seis meses en madurar antes de empezar a producir huevos,
así que los acaparadores de pollos tendrán que esperar hasta octubre para hacer
sus tortillas.
Los
pollos también necesitan un hogar cómodo y seguro. Necesitan un gallinero para protegerse del clima y
de los depredadores. Debe ser seco, tener buena circulación de aire y, a medida
que crecen hasta llegar a adultos, proporcionar al menos 0,6 metros cuadrados
por pollo.
Como todos los animales, los pollos son
propensos a enfermedades. Los futuros criadores de pollos deben planear cómo
lidiar con las necesidades de bienestar de sus aves.
Las ordenanzas varían según la ciudad.
Antes de iniciar su empresa avícola, consulta con las autoridades de tu ciudad.
Muchas ciudades limitan el número de pollos en patios traseros, requieren
ciertos tipos de gallineros o restringen sólo a las gallinas. Algunos lugares
prohíben totalmente la cría de aves de corral en patios.
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