Expertos
concluyeron que el agua de lluvia ya no es potable debido a los altos niveles
de sustancias tóxicas, como los PFAS, que contiene. Inclusive en la Antártida o
en la meseta tibetana, el agua está contaminada.
El agua de lluvia en el mundo ya no es
potable, afirmó un estudio publicado por Environmental Science and Technology. Las recientes
pruebas arrojaron que el agua de lluvia que cae en todo el planeta ya no es
segura para el consumo, pues contiene sustancias químicas tóxicas que
sobrepasan los niveles estipulados.
Estos componentes tóxicos son comúnmente conocidos como PFAS,
“sustancias químicas permanentes” que contienen perfluoroalquilo y polifluoroalquilo.
Se encuentran en diversos productos plastificados y se han extendido en el
ambiente, no solo en el agua, sino en el aire que respiramos e incluso en
nuestra sangre. El
estudio encontró que los altos niveles de estas sustancias ya sobrepasan los
límites de contaminación en el agua.
Las PFAS afectan
negativamente el sistema inmunológico, sin embargo, aún se desconoce el impacto
real de la exposición a este químico en el ser humano.
"No hay ningún lugar en la Tierra donde la lluvia sea
segura para beber, según las mediciones que hemos tomado" , dijo Ian Cousins, profesor de la universidad y
autor principal del estudio publicado en Environmental Science and Technology,
a la AFP.
Después de realizar una recolección de aguas en distintas
pruebas de campo de cuatro tipos de PFAS y analizarla con varios
parámetros de medición, el equipo advirtió que “incluso en estas regiones remotas y poco pobladas, como la
Antártida y la meseta tibetana, se superan las directrices más estrictas sobre
los PFAS”, según las pautas de agua potable que propone la EPA (Agencia de Protección Ambiental)
de los Estados Unidos.
Estas dos regiones, normalmente consideradas prístinas,
presentan niveles de PFAS "14 veces superiores" a las directrices
estadounidenses sobre el agua potable.
Las normas impuestas por las instituciones pertinentes
parecieron aún no hacer consciencia del problema relativo a los niveles de PFAS. Este hecho
contrastó con el aumento de pruebas sobre los efectos nocivos de estos químicos
en el agua.
"En un principio, pensamos que las zonas en las que vive la
gente estarían contaminadas, por lo que las directrices no podrían alcanzarse
allí", explicó Cousins para la revista Vice. "Nos sorprendió lo bajas que
eran las nuevas advertencias de salud de por vida de la EPA de EE.UU. para PFOS
y PFOA en el agua potable. Se publicaron mientras ultimábamos nuestro
manuscrito".
Cousins dijo que
los PFAS podrían nunca desaparecer del planeta por su gran persistencia.
"Hemos convertido el planeta en algo inhóspito para la vida
humana al contaminarlo de forma
irreversible, de manera que ya no hay nada limpio. Y hasta el
punto de que no está lo suficientemente limpio como para ser seguro",
mencionó.
También puntualizó que el ser humano sobrepasó un “límite planetario”,
en referencia a la capacidad del planeta de absorber los estragos de la brecha
humana. Si bien las normatividades sobre la toxicidad de estos componentes no
ha cambiado desde la década de los dos mil, los niveles ambientales de PFAS en el
ambiente perduran desde hace 20 años, explica el científico.
No me preocupa demasiado la exposición diaria en el agua de las
montañas o de los arroyos o en los alimentos. No podemos escapar de ello...
simplemente vamos a tener que vivir con ello".
"Pero no es una gran situación en la que estemos, donde
hemos contaminado el medio ambiente hasta el punto de que la exposición de
fondo no es realmente segura", finalizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario