El proyecto “AbrigA, mantos aislantes
termoacústicos” obtuvo el derecho de usar el sello “Bioproducto Argentino” por
cuatro años. “Abrigamos tu casa con lana de oveja”, cuentan.
En la cadena ovina, una de las principales fuentes de
ingresos para los productores son las ventas de lana.
En algunos casos, es un producto de
exportación con un
muy buen precio en el mercado internacional.
Sin embargo, no
toda la lana es útil a estos fines: hay muchas que son rústicas y gruesas,
que no tienen valor textil, y más que un beneficio terminan transformándose en un
problema para los productores, que deben encontrar formas de deshacerse de
ellas.
¿Las opciones? Quemarlas,
enterrarlas o darlas en parte de pago por la esquila.
En este marco, hay una empresa que
le encontró la vuelta innovadora para transformarla en algo útil. Y una vuelta
entera, porque consiste en un proyecto de economía circular.
LANA DE OVEJA COMO AISLANTE DE CASAS
“AbrigA, mantos aislantes termoacústicos” es el nombre del producto que
este jueves recibió el derecho de usar el sello “Bioproducto Argentino”, otorgado por la Secretaría
de Bioeconomía de la Nación.
La empresa que solicitó este
beneficio se llama Nuñez Berté Alejandra Elena y recibió la oportunidad de
utilizar este certificado de calidad en la categoría Sostenibilidad e
Innovación.
El derecho de uso, según consta en
la resolución de
Bioeconomía, es por cuatro años.
“Alineados
con la economía circular y la sostenibilidad, surge este proyecto de triple
impacto”, señala AbrigA en su página web.
Y enumera sus beneficios, a partir
de la lana como materia prima:
·
Aislante térmico y acústico
·
Con trazabilidad e impacto social
·
Natural, sostenible y renovable
·
Biodegradable
·
Suave al tacto
“Con un proyecto de triple impacto convertimos la
lana gruesa, un descarte de la industria ovina cárnica, en una bioaislación
para reducir el consumo energético y mejorar el confort acústico”, agregan desde la pyme.
Del mismo modo, a la hora de definir
su propósito, explican: “Vamos a AbrigAr tu casa con lana de
oveja. Cumplimos el propósito mismo de la lana que es dar abrigo. AbrigA es un emprendimiento de
triple impacto que ofrece soluciones constructivas con lana de oveja gruesa sin
valor textil, para mejorar la eficiencia energética y el confort interior del
hábitat”.
“Convertimos un residuo sólido rural
en materia prima de mantos aislantes termoacústicos y paneles fonoabsorbentes, para instalar en
muros y techos de obras nuevas y remodelaciones, aportando a la
descarbonización de la construcción, con un producto natural y renovable”, añaden como
misión.
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