Contra todo pronóstico, el peronismo bloquea por un
voto una norma a la que consideraba una “proscripción” de la expresidenta.
Cristina
Kirchner ha tenido este miércoles motivos para festejar. Cuando nadie lo
esperaba, el Senado argentino rechazó por un solo voto una ley de “ficha
limpia” que hubiese impedido ser candidatos a todos aquellos que tengan una
condena por corrupción confirmada por un tribunal de segunda instancia. El
proyecto, que obtuvo media sanción en Diputados en febrero,
recibió 36 votos a favor, justo en el límite de los 37 necesarios para ser ley,
y 35 en contra. El peronismo kirchnerista votó masivamente por la negativa, por
considerar que la nueva ley solo buscaba“proscribir” a la expresidenta.
El
resultado causó un terremoto político en el Senado y dio alas a todo tipo de
acusaciones de traición o pactos oscuros. Los senadores de ultraderecha que
responden a Javier Milei y sus aliados bajaron al recinto convencidos de que
tenían los votos asegurados, pero cuando el panel electrónico marcó “rechazado”
se hundieron en el estupor. Incluso entre los kirchneristas, que daban por
perdida la votación, hubo caras de sorpresa.
El
primer gesto del Gobierno fue buscar a los culpables de la derrota: dos
senadores aliados del Gobierno, que responden al peronismo de la provincia de
Misiones, en el extremo norte del país, bajaron al recinto prometiendo su voto
afirmativo y se dieron vuelta a último momento. Fue un duro golpe para la Casa
Rosada, que salió en embestida en las redes sociales a denunciar “a la casta”,
ese enemigo un tanto indefinido al que Milei achaca todas sus derrotas
políticas.
“Lamentable”,
posteó en sus redes sociales Milei, minutos después del resultado. La Oficina del presidente subió luego un
largo comunicado en la que endilgaba el fracaso de la ley “a los senadores
nacionales que han optado por priorizar la defensa de sus intereses personales
y partidarios por encima de las demandas del pueblo”. “Ha quedado demostrado
que el kirchnerismo hará todo lo posible para defender la impunidad de sus
jefes”, dice el texto. El presidente del bloque en el Senado de La Libertad
Avanza, Ezequiel Atauche, habló directamente de traición. “Nos llevaron a una
sesión, nos dijeron que teníamos los votos y nos dieron la espalda. Teníamos
contados los votos, lo vengo trabajado hace meses y la casta se protege”, se
quejó.
La
legislación actual deja fuera de carrera a un candidato solo si su sentencia
tiene la ratificación de la Corte Suprema, un trámite que puede demorar años o
incluso no producirse jamás. La ley de “ficha limpia”, similar a la que, en su
momento, bloqueó las aspiraciones presidenciales de Luiz Inácio Lula da Silva en
Brasil, establecía que sería suficiente una ratificación de un tribunal de
apelación. Esa es, justamente, la situación legal de Kirchner. El 13 de
noviembre pasado, la cámara de Casación confirmó la condena de la expresidenta a seis años de cárcel e
inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la llamada Causa
Vialidad.
“Ficha
limpia es la culminación de un método mafioso de proscripción de dirigentes, es
para proscribir a Cristina”, sostuvo durante el debate el senador Eduardo de
Pedro, exministro de Interior y dirigente muy cercano a la expresidenta.
Juliana di Tulio, también kirchnerista, consideró que la ley se redactó “porque
la persona que quieren proscribir es inocente”. “Los días en que algún poder
del Estado proscribe al peronismo, es un día histórico”, dijo con ironía, al
recordar que el partido de Juan Domingo Perón no pudo competir en elecciones
entre 1955, cuando fue depuesto por un golpe militar, y 1973, año en que se anularon
las restricciones en su contra.
Los
ojos apuntan ahora no solo a los dos senadores que se dieron vuelta, sino a un
presunto amateurismo del Gobierno. Desde la Coalición Cívica, un partido que
integró la alianza que en 2015 llevó a Mauricio Macri al poder, acusaron al
kirchnerismo de maniobrar por lo bajo para negociar el voto negativo de los dos
senadores de Misiones. Pero al mismo tiempo, se preguntaron si La Libertad
Avanza no sabía cuando habilitó la sesión que no tenía los votos para aprobar
la ley. La diputada Margarita Stolbizer se preguntó incluso si la Casa Rosada
no estaba sobreactuando su indignación, porque en el fondo no quería que se
aprobase “ficha limpia. “No hay legisladores más funcionales al Gobierno de
Milei que los misioneros. Sobran pruebas en Diputados. Permítanme dudar de la
indignación de los libertarios. Esto es demasiado obvio”, escribió en X.
Los que dudan de la buena voluntad del Gobierno
recuerdan que el primer intento por aprobar “ficha limpia” en Diputados fue en
noviembre del año pasado y fracasó por culpa de los representantes de La
Libertad Avanza. En aquel entonces, los principales dirigentes de Milei
tuvieron que explicar por qué ocho de sus diputados habían bloqueado con su
ausencia la sesión que debía tratar la norma. El jefe de ministros, Guillermo
Francos, negó incluso que hubiese un pacto con el kirchnerismo y
justificó el faltazo de sus diputados al temor de que se tomase la ley como
dirigida “exclusivamente” contra Kirchner. En febrero, finalmente, Diputados
trató un nuevo proyecto, esta vez redactado por el partido de Gobierno, que
prácticamente calcaba el anterior.
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