El último
reporte de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus
Maidis (Chicharrita del
maíz) confirmó la tranquilidad de que la plaga
prácticamente no hizo daños en la campaña que está
finalizando, pero trajo una luz amarilla en el sentido del rápido
crecimiento que está teniendo y que puede significar un
problema para el próximo ciclo.
Sobre todo, teniendo en cuenta que
más allá de las zonas endémicas y otras como el norte de Córdoba y de Santa Fe
donde ya también se ha vuelto frecuente, las trampas cromáticas adhesivas
también han mostrado una alta proporción de chicharritas en la zona núcleo y la región pampeana.
Precisamente por eso, el devenir del
clima en los últimos días ha representado un alivio ante este nuevo temor que despertó este insecto que
hace dos años provocó verdaderos
estragos en la producción de maíz nacional.
EL FRÍO, UN “GRAN ALIADO” CONTRA LA CHICHARRITA
“Cuando el frío se convierte en un gran aliado”, señaló la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en su reporte semanal para la zona núcleo, precisamente para hacer
referencia a este contexto.
La entidad mencionó datos del jueves 29 de mayo, cuando la madrugada
trajo consigo temperaturas
mínimas por debajo de los 0 °C en gran parte de la región núcleo.
“En el sudeste de
Córdoba, Colonia Almada y Hernando alcanzaron -3 °C. En el
centro-sur de Santa Fe, Carlos Pellegrini registró -2,1 °C y Rosario, -1,2 °C.
En el norte de Buenos Aires, Chacabuco marcó -1,7 °C”, enumeró.
En el mapa de este viernes 30 de mayo, esta situación no solo continuó, sino que se profundizó.
Del
mismo modo, un mapa de la Bolsa de Cereales de Córdoba también muestra un panorama
de heladas que alcanzaron a los cuatro puntos cardinales de esa provincia.
A
nivel nacional, el mapa de temperaturas mínimas elaborado por el Servicio
Meteorológico Nacional (SMN) se pintó de azul.
Por ese motivo,
“la llegada del frío fue celebrada por el sector, ya que la presencia de
chicharritas en los maíces guachos mantiene en alerta a los productores”, mencionó la BCR.
Y amplió: “No solo que todavía está
el temor a los estragos que este insecto provocó en la campaña 2023/24, sino
que en las últimas semanas se había vuelto a ver una gran
presencia de maíces guachos y de chicharrita. Por eso, las bajas
temperaturas eran muy esperadas para ayudar a reducir su población”.
En
tanto, las heladas ofrecen otro “servicio” en este momento del año y en medio
de un otoño mucho más húmedo que lo normal: favorecen
el secado de la soja que queda por cosechar y los maíces que aún permanecen en
pie.
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