SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 8 de febrero de 2014

La esclavitud NO es tan antigua como la Humanidad, nace con la avaricia de quienes descubrieron la agricultura.

Es momento de leer un resumen de lo que fue la ESCLAVITUD, transmitida hasta nuestros días en las formas mas despreciables: En la última década las publicaciones sobre la esclavitud han aumentado vertiginosamente; desde artículos, libros y películas, a culebrones de televisión. Todas, sin excepción, parecen dedicadas a la flagelación - o la autoflagelación - de los europeos occidentales como los primeros y únicos precursores de la esclavitud y a los pobres negros africanos - muy santos y pacíficos - como los primeros esclavos de la historia de la humanidad.
Una de las primeras manifestaciones de tal actitud fue la serie de televisión "Raíces", un auténtico ejemplo propagandístico de manipulación histórica. Una cosa es estar - como personas supuestamente civilizadas del siglo XXI - en contra de cualquier forma de esclavitud por razones morales, otra cosa es considerarnos ,de forma masoquista, culpables de los actos y actitudes de nuestros antepasados y además pretender que ellos solitos se inventaran la esclavitud como resultado de una especie de pre "globalización" comercial.

La verdad es que nuestros antepasados no se inventaron la esclavitud a partir del siglo XV, ni que los negros africanos esclavizados a partir de aquel siglo fueron los primeros esclavos en el mundo. Al contrario estos fueron más bien los penúltimos, si tomamos en cuenta que la esclavitud y semi-esclavitud (probablemente la peor de todas) siguen existiendo. Si la esclavitud no es tan antigua como la Humanidad - no creo que los prehistóricos encontraran ninguna utilidad en ella - lo que sí es seguro que se remonta al inicio mismo de las civilizaciones o sea que es concurrente al descubrimiento de la agricultura. El esclavo se definía legalmente como una mercancía que el dueño podía vender, comprar, regalar o cambiar por una deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer ningún derecho u objeción personal o legal.


Para las grandes religiones monoteístas la esclavitud ha existido desde casi el Diluvio y, en el caso del Judaísmo, por la voluntad y la ira del mismo Noé. Véase Génesis 9:25-27: "Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo." ( Y todo esto porque Cam, el padre de Canaán , había visto la desnudez de Noé).

Con esta defensa bíblica y eclesiástica no es de sorprender que los creyentes, y por lo tanto toda la sociedad cristiana, aceptaran la esclavitud como una institución de inspiración divina y, como dijo un clérigo protestante del siglo XVIII, atacarla era casi blasfemo. Ya en la Baja Edad Media no parecía muy defendible la esclavitud de un correligionario y como resultado apareció un sistema aparentemente menos vinculante: la servidumbre.


La diferencia era hipócritamente sutil; el siervo ya no pertenecía directamente a su amo, sino a la tierra de la cual el amo era propietario. No hay duda que hubo una diferencia legal sustancial, pero también podemos estar seguros que el esclavo/siervo ni se enteraba. La esclavitud (del latín medieval sclavus < slavus) designaba a las personas en su condición de esclavos que como tales debían servir a un amo sin remuneración alguna y no disponían de derechos sobre su propia persona. Los esclavos debían obedecer todas las órdenes de su amo, desde su nacimiento o su captura, que daba paso de la libertad a la esclavitud, y hasta su muerte o su liberación, que daba paso de la esclavitud a la libertad.


La esclavitud de uno u otro tipo ha existido desde tiempos inmemoria-les en tanto que forma de avasallamiento y apropiación de la fuerza de trabajo por parte de sus semejantes. Es un estado social definido por la ley y las costumbres como la forma involuntaria de servidumbre humana más absoluta. Un esclavo se caracteriza porque su trabajo o sus servicios se obtienen por la fuerza y su persona física es considerada como propiedad de su dueño, que dispone de él a su voluntad.


Desde los tiempos más remotos, el esclavo se definía legalmente como una mercancía que el dueño podía vender, comprar, regalar o cambiar por una deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer ningún derecho u objeción personal o legal. A menudo existen diferencias étnicas entre el tratante de esclavos y el esclavo, ya que la esclavitud suele estar basada en un fuerte prejuicio racial según el cual el grupo étnico al que pertenece el tratante es considerado superior al de los esclavos. La práctica de la esclavitud , su institucionalización, se produjo cuando los avances agrícolas hicieron posible sociedades más organizadas que requerían de esclavos para determinadas funciones. Para obtenerlos se conquistaban otros pueblos, algunos individuos se vendían o lo hacían con miembros de su familia para pagar deudas pendientes, o se esclavizaba como castigo a los delincuentes.

Es en Mesopotamia, durante la época sumeria, donde encontramos los primeros documentos en los que se tiene constancia de la presencia de esclavos en una gran civilización, aunque era bastante limitada si la compa-ramos con el Antiguo Egipto, donde durante cierto tiempo el número de esclavos era tan alto que llegaron a tener cierta importancia social, aunque hemos de aclarar que este hecho sólo se dio en el Imperio Nuevo.
La
esclavitud como practica social y económica fue usual en la antigüedad greco-romana, y ambas pueden considerarse las primeras sociedades "esclavistas" al estar sustentadas en su base económica por este sistema y el estatus social y el papel de los esclavos era considerado inferior o inexistente en relación a una persona libre.

La sociedad de la Antigua Grecia tenía fundamentada filosóficamente la esclavitud que, para Aristóteles, era la garantía indispensable para que los hombres libres pudieran dedicar su tiempo a la política y buen gobierno de la ciudad. La institución de la esclavitud, cuyo origen es muy antiguo, está ya presente, pues, en las primeras fuentes escritas conservadas, como acabamos de ver. Las civilizaciones mesopotámicas egipcia la conocieron, e incluso la Grecia del periodo clásico, cuna de la democracia, practicó el esclavismo. La prosperidad de la Atenas de Pericles se basaba, en el comercio, muchos de cuyos productos eran manufacturados por esclavos, en la agricultura y en la minería de la plata, que también empleaban mano de obra esclava.

La Roma republicana e imperial conoció un sistema económico -«modo de producción» en la terminología marxista- esclavista, gracias a una abundante mano de obra procedente de las victoriosas guerras de conquista. Los esclavos trabajaban en las minas, remaban en las galeras y cultivaban los campos. Incluso en las ciudades eran numerosos, pues la esclavitud doméstica estaba generalizada entre las familias pudientes.  Estos siervos domésticos tenían unas condiciones de vida menos duras que los demás. Por otra parte, existía un gran, número de esclavos con conocimientos especializados, que desempeñaban diversas funciones y gozaban de cierta consideración: orfebres, médicos, secretarios, maestros, etc. Mención aparte merecen los gladiadores, generalmente prisioneros de guerra que no llegaban a integrarse en el sistema productivo; algunos, convertidos en auténticos profesionales, alcanzaban la libertad merced a sus hazañas en el circo.

Los harenes estaban repletos de esclavas compradas en distintos puntos del mundo.

En el siglo I a. C. el gladiador Espartaco encabezó una revuelta de esclavos que hizo temblar a la misma Roma; los rebeldes fueron finalmente derrotados por el cónsul Marco Licinio Craso y ejecutados la mayor parte de los supervivientes. Del siglo V a.C al siglo I d.C es el momento de mayor implantación y extensión de la esclavitud. Será durante el Imperio Romano cuando empiece a remitir, un comportamiento influido por las tesis de los primeros cristianos. Durante el Bajo Imperio Romano el esclavismo fue decayendo por acción de varios factores. Por un lado, el fin de las conquistas redujo las aportaciones de nuevos contingentes de esclavos; sometidos a duras condiciones de vida, padecían altos índices de mortalidad, con lo que su número se reducía considerablemente.


Por otro lado, la influencia de ideologías como el estoicismo o, el cristianismo introdujo una crítica moral al hecho de que un ser humano pudiera pertenecer a otro, como si fuera un objeto. Además, la escasez de mano de obra rural a partir del siglo III movió a muchos propietarios a ligar a sus esclavos a la tierra, concediéndoles un lote de terreno y permitiéndoles formar familias, para mejorar su productividad y asegurar la continuidad de la explotación.  Con el tiempo, estos esclavos asentados se irían fundiendo con los pequeños propietarios libres empobrecidos y convertidos en colonos, los cuales cedían la propiedad de sus tierras, que seguían cultivando, a cambio de la protección de un terrateniente poderoso: Juntos, conformarían en la alta Edad Media el grupo de los siervos de la gleba, con una condición jurídica semi libre, pero ligados a la tierra.

Tras la caída del Imperio romano y la desaparición de su régimen socioeconómico, durante la Edad Media, el número de esclavos, propiamente dichos, se redujo drásticamente en la Europa feudal, sustituidos en gran parte por esta nueva clase de campesinos serviles; no obstante, existía aún un reducido número de siervos domésticos, normalmente extranjeros y no cristianos. Fuera de Europa, otras civilizaciones también conocieron la institución de la esclavitud, como fue el caso de los musulmanes que, a pesar de que el Corán recomendaba la manumisión, desarrollaron un activo comercio de seres humanos durante la Edad Media. A finales del siglo XV, la esclavitud en Europa estaba muy reducida, siendo esta sustituida por la servidumbre feudal. Sin embargo, en el mundo musulmán y en Bizancio se mantuvo la tradición recogiendo las antiguas costumbres romanas.


Con el descubrimiento de América por los occidentales, se establece la trata de negros a gran escala. Los españoles y los portugueses, que se reparten el Nuevo Mundo ya en 1493, desean explotar estas regiones. Pero en algunas de ellas, y en particular en las Antillas, las poblaciones habían quedado diezmadas por las guerras, las enfermedades importadas de Europa y los malos tratos.  Ahora bien, la explotación de las tierras americanas, de las minas de oro y de plata requerían una mano de obra abundante, robusta y, de ser posible, barata. Bartolomé de Las Casas, conmovido por los malos tratos que se infligían a los indios, recomendaba ir a África para buscar esclavos africanos, por considerar que tenían una naturaleza más robusta.


La esclavitud recobra importancia como mano de obra, en las explotaciones agrícolas de gran extensión (sistema de plantaciones) en América del Norte, del Sur y en el Caribe. La fuente de esclavos fue África y la Isla de Gorée, colonia francesa, fue el lugar preciso donde se estableció el mercado de esclavos, también conocido como el lugar sin retorno y donde se separaban definitivamente las familias desintegradas por la esclavitud. Durante el siglo siguiente, los ingleses se lanzan a su vez en la carrera por las colonias americanas, seguidos por la mayoría de las naciones europeas: Holanda, Dinamarca, Francia. Colbert reglamenta la esclavitud promulgando el primer Código Negro en 1685, una manera de oficializar la esclavitud. Así, se puede decir que la esclavitud, que afectó a la comunidad india primero y a la africana después, cambió de índole.



La trata de negros, conocida con el nombre de "comercio triangular", se desarrolla muy rápidamente. Hombres, mujeres y niños son capturados y vendidos. En las sucesivas oleadas de este comercio, se estima que entre 25 y 30 millones de personas fueron deportadas, sin contar el número de muertos en los navíos, las guerras y las razzias. A partir del S. XVIII empiezan a ser importantes los movimientos abolicionistas de la esclavitud. En 1794 Francia declara abolida la esclavitud, para ser repuesta por Napoleón I en 1802 y finalmente abolida por la II Republica Francesa en 1848. En el Imperio Británico sucesivas medidas legislativas (1807.1827.1833 Y 1834) declaran abolida la esclavitud.

Factura de compra-venta de esclavos año 1736.

En la actualidad, todavía existen modalidades más o menos clandestinas de esclavitud en países africanos y asiáticos, donde la miseria y el caos provocado por las guerras civiles impiden su completa erradicación. Algunas formas de explotación laboral, en las que los trabajadores subsisten en condiciones ínfimas, con salarios de miseria y una libertad muy restringida. Se asemejan bastante a los horrores de las formas clásicas de esclavitud, por no hablar de las redes internacionales de prostitución, trata de niñas y niños y el trafico de órganos, donde los posibles donantes son capturados y esclavizados hasta vender lo que de el le sirve a los que siempre han tenido el poder.
Fuente: Monografías-Historia de la Esclavitud, 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario