El agujero
existente en la capa de ozono de la Tierra , que se forma sobre la Antártida al final de
cada invierno en el hemisferio Sur, fue el más pequeño que se ha registrado
desde 1988, informó hoy la Agencia Aeroespacial de EE.UU. (NASA) con base a las observaciones
realizadas por sus satélites.
La capa
estuvo fuertemente influenciada por condiciones inestables y más cálidas de lo
normal en el vórtice de la
Antártida , un sistema de baja presión que disminuyó la
creación de nubes polares estratosféricas, precursoras de elementos que
destruyen el ozono.
La
extensión máxima del agujero en 2017, alcanzada en septiembre, fue de 19,6
millones de kilómetros cuadrados -2,5 veces la superficie de EE.UU.-, según los
cálculos de la NASA, corroborados por la Administración Oceánica
y Atmosférica Nacional (NOAA), mientras que la media de desde 1991 ha sido de 26 millones
de kilómetros cuadrados.
Además, la
concentración más baja anual registrada en el agujero, que tuvo lugar el pasado
12 de octubre, fue el mínimo más "suave" que se haya observado desde
2002, según el comunicado.
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