SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 18 de mayo de 2016

IMPERDIBLE NOTA de KONTRAINFO.COM: Los patrones de estancia, (la derecha) y el monopolio clarín atacan al Papa Francisco.

El odiador serial Alfredo Leuco contra el Papa Francisco:

Cansado de dedicar cada columna editorial en sus programas de radio y televisión, y en los diarios en que escribe, a inyectar odio contra el anterior gobierno, Alfredo Leuco es también el elegido por el Grupo Clarín para intentar ensuciar la imagen del Papa Francisco. 
Que Francisco le haya dedicado solo 23 minutos al encuentro con Mauricio Macri y que haya decidido aparecer en las fotos con su peor gesto adusto fue un cachetazo para una élite empresarial y política de derecha acostumbrada a contar con la jerarquía de la Iglesia Católica como aliada de sus fines. Que recibiera en su momento y de manera amable a Cristina Kirchner y Milagro Sala causó también mucho fastidio, pero ya que le otorgue una audiencia a Hebe de Bonafini, parece haber colmado todas las paciencias.
Como Francisco tiene un fuerte apoyo popular resulta difícil salir a atacarlo de manera directa. También la élite empresaria mantiene firme la esperanza de que un futuro Papa con otra tendencia menos “populista” vuelva a articular la tradicional e histórica alianza. Por eso Francisco se ha convertido en un problema.

Desde el gobierno, la línea oficial la esbozó el Jefe de Gabinete, Marcos Peña: quitarle valor al Papa como actor político y entenderlo solo como líder espiritual, entendamos que la tarea del Papa es espiritual y evangélica, no política partidaria” afirmó en una carta publicada en Facebook. Claro que el Papa no hace “política partidaria”, la falacia está en querer hacer creer que un actor espiritual y político como ha sido todo Papa a la largo de la historia no tiene también una tarea política. Ha sido el mismo Francisco quien dijo “involucrarse en política es una obligación para un cristiano” y todos los Papas han influenciado de distintas maneras en la política de gran parte del mundo occidental. La Doctrina Social de la Iglesia es espiritual, es social, es económica y es política.
El otro alfil de Cambiemos contra Francisco es la denunciadora serial Elisa Carrió: “Como cristiana siento vergüenza ajena de que el Papa no haya recibido a Margarita Barrientos” , “Le gusta el chisme a Bergoglio, es una parte que detesto de él”, “Se saca fotos con corruptos”, “El Papa Francisco no ayuda a pacificar el país”, “Empodera violentos”, “Se rodea de personajes mediocres”, “Los sacerdotes no se tienen que meter en política”, “Tiene un doble discurso respecto de la Argentina”.
Pero quien más enojo parece tener con un Papa que hace propias las teologías latinoamericanas que defienden a los pobres y critican al capitalismo neoliberal es el Grupo Clarín. Así lo hizo saber su editor general, Ricardo Roa:  “Cuando se trata de su país, Francisco queda reducido al padre Jorge: peronista de Guardia de Hierro y de Flores (…) El Papa sensible a la pobreza y al narcotráfico pierde estatura en entrecasa (…) No hay razones sino prejuicios para explicar la antipatía de Bergolio con el macrismo (…) El Papa amplio y reformista afuera se comporta como un Papa estrecho y conservador dentro. Como Papa conduce a todos. Como peronista a una parte”.

Dentro del Grupo Clarín, uno de los especialistas en inyectar odio en la población, con prosa florida y rimbombante, siempre fue Alfredo Leuco, quien debe ostentar el récord en cuanto a cantidad de editoriales y columnas defenestrando sistemáticamente al anterior gobierno a lo largo de los años. Ha sido él también el vocero de las distintas indignaciones de la élite empresaria con respecto a las indigeribles actitudes de Francisco, llegando hoy a hablar de “El doloroso rol que el Papa Francisco cumple en la Argentina”. ¿Doloroso para quién?, habría que preguntarse. Quizá para los intereses comerciales y políticos de sus patrones.

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