El Cabildo era una institución que tenía funciones administrativas,
municipales, judiciales, y de policía. La palabra “Cabildo” viene del latín
“Capitulum” que significa “a la cabeza” de una región o ciudad. Nuestro Cabildo
estaba a la cabeza del Virreynato del Río de la Plata , y como todos los
cabildos de importancia, tenía torre ( los cabildos menos importantes, como el
de Luján, no tenían torre). Se dice que el Cabildo como institución, proviene
de los Moros, quienes estuvieron dominando España muchos años.
Antes de tener edificio propio, la institución
del Cabildo se reunía en casa de los cabildantes, hasta que en el año 1725
empieza su construcción, bajo los planos del Padre Jesuita Andrés Bianqui. El
Cabildo termina de construirse en
1752. Las reformas edilicias: la vejación de la historia:
Increíblemente, todos los
arquitectos que mutilaron y tuvieron que ver con el Cabildo, tenían apellidos
que empezaban con “B”:
Andrés Bianqui( en 1725), Pedro
Benoit( en 1880), Mario Buschiazzo( en 1940), y Alejandro Bustillo (1960).
Se puede decir que la primera
gran reforma del Cabildo tiene que ver con su reloj: la Municipalidad de
Buenos Aires, adquiere en 1860 un reloj inglés de la casa “Twaites and Reed” de
Londres. Se saca el reloj español, y se lo coloca en la actual iglesia de
Balvanera (actualmente se ignora su paradero). Lo curioso, es que este reloj
español fue comprado en su momento de contrabando, y el que lo vendió tardó
años en cobrarlo: importante paradoja, teniendo en cuenta que en el Cabildo se
impartía justicia. El reloj inglés es colocado en 1861, reformando la torre del
Cabildo, pues dicho reloj tenía tres esferas.
En 1879 hubo
epidemia de reformas de edificios históricos, y por ley, el Cabildo no será la
excepción. Se invierten 2.000.000 de pesos, y se designa al arquitecto Pedro
Benoit para reformar al Cabildo en forma importante: se le agregan pisos a la
torre, se le azuleja la cúpula, se reforman columnas y balcones al estilo
renacentista, se ponen pisos de parquet, y se empapelan las paredes: el
resultado es un verdadero adefesio.
En 1884 se
aprueba una ley para iniciar la construcción de la Avenida de Mayo, y se
mutila al Cabildo: se le sacan 3 arcos para que pase dicha avenida, y se
demuele la torre porque al estar asimétrico el edificio había peligro de
derrumbe. Al demolerse la torre, se saca el reloj inglés y se lo coloca en una
de las torres de la Iglesia
de san Ignacio donde se lo puede ver actualmente.
En 1931, a causa de empezar a
construirse el trazado de la
Av Hipólito Yrigoyen , se lo vuelve a mutilar y se le sacan
otros 3 arcos del ala derecha. De esta manera, el Cabildo mutilado queda como
una gran “caja de zapatos” en medio de la ciudad
Finalmente en 1933 se lo declara
monumento nacional por Ley 11.688, y se le encarga al arquitecto Mario
Buschiazzo remodelar el edificio y dejarlo parecido al original. Se hace una
réplica de la torre original y se le pone un reloj. Lo demás, incluyendo la
sala capitular y las galerías, son ambientes originales del edificio. Se
reinaugura en 1940. Así se lo puede ver en la actualidad.
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