Sin embargo, un
experto asegura que deberíamos enfrentarlo con una sonrisa en los labios. El
doctor Jeff Pettey, portavoz de la Academia Americana
de Oftalmología, asegura que en la mayoría de los casos las lagañas son
normales y que no se pueden evitar. “Las lagañas que se producen mientras
dormimos están formadas por una mezcla de mucosidad, células de la piel,
aceites y lágrimas que se segregan durante la noche. Es una función natural del
ojo”, le comentó Pettey a The Huffington Post. Por el día, al parpadear
y lagrimar eliminamos las partículas que se encuentran en la capa más externa
del ojo, pero durante la noche la gravedad no nos ayuda y esos sedimentos
terminan acumulándose.
¿Cuándo debes preocuparte?
Pettey comentó que las lagañas normales son de color blanco o crema claro.
Cualquier variación en su color podría indicar un problema de salud. “Si las
lagañas se vuelven amarillas o verdes, puede indicar una conjuntivitis bacteriana,
un tipo de conjuntivitis”. Algunas patologías crónicas como la blefaritis, los
ojos secos y la conjuntivitis alérgica también pueden causar lagañas durante el
sueño.
En la mayoría de los casos se trata de un síntoma común de estas
enfermedades pero, si notas que hay tanta mucosidad en los ojos que las
pestañas terminan pegándose entre sí, deberías visitar al oftalmólogo de
inmediato. “El oftalmólogo no solo podrá ayudarte con las lagañas sino que
también puede aliviar otros síntomas, como el enrojecimiento, picor, lagrimeo o
sensación de ardor en los ojos”, comentó Pettey. Sentimos que tengas lagañas,
pero al menos ya sabes que probablemente tus ojos estén sanos.
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