SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 24 de enero de 2018

¡Querer es poder! Convierten un barrio desértico de Tucson en un oasis verde-Copiemos, plantemos NO desertifiquemos-


De ser un lugar “desagradable para caminar” por el calor, la suciedad y la falta de zonas de sombra, a convertirse en un área verde en la que la vida fluye, tanto la de las aves como la de las personas que pasean, a pie o en bicicleta, por este lugar. 
Ha sido el arrojo de los vecinos el que ha permitido convertir el barrio de Dunbar Spring en un oasis para Tucson, ciudad de Arizona ubicada en el desierto de Sonora en la que la dinámica de aridez a fuerza de escasez de agua, y de inundaciones cuando esta hace aparición, se ha roto gracias a la participación ciudadana y a su apuesta por los jardines de lluvia.

La descripción del barrio tal y como era antes de que este movimiento echara a rodar la realiza Brad Lancaster, experto en recolección de agua de lluvia que se trasladó al vecindario en 1994 para plantar una semilla que ya ha germinado. “Recolectar agua de lluvia es una pasión para muchos residentes de Dunbar Spring”, asegura la asociación de vecinos. De hecho, en la zona no solo se impulsan de forma permanente talleres y cursos sobre la materia, sino que se han plantado ya alrededor de 1.400 árboles, además de lograr cambios en la política local para ofrecer acomodo a su iniciativa y para que esta se pueda seguir extendiendo por la ciudad.
Y Tucson no es una ciudad cualquiera. Ubicada en el desierto, su nivel de precipitaciones roza las 12 pulgadas al año (unos 30 centímetros). Sin embargo, cuando el agua dice de caer, lo hace con tal intensidad que las inundaciones no son raras en la zona. “Como crecí aquí, mi juego favorito eran las inundaciones. Empleaba horas y horas en construir ciudades de tierra para, luego, destrozarlo todo anegándolo”, bromea Lancaster. 
Artífice del cambio, este estadounidense tomó como punto de partida de sus ideas las experiencias de un ciudadano que conoció en Zimbabue, Zephaniah Phiri Maseko, que se propuso crear un jardín de lluvia, con sus presas bien ubicadas y con plantas que absorbían el agua y revitalizaban su tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario