SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 3 de noviembre de 2018

SOLO PARA MAYORES: BAILAR aumenta el volumen en la región del hipocampo del cerebro y libera endorfinas.


Si bien envejecer es parte del ciclo de la vida, todo lo que hagas hoy lógicamente repercutirá en el mañana, tanto física como intelectualmente ya que las células en todo nuestro cuerpo tienen memoria. Y por más de que el envejecimiento sea inevitable, lo que sí podemos evitar es un deterioro mayor respecto a las aptitudes cognitivas.

Con este fin, un equipo de científicos del German Center for Neurodegenerative Diseases en conjunto con otras instituciones alemanas desarrollaron un trabajo que los llevó a concluir con una prueba de que las personas mayores que hacen actividad física cotidianamente pueden revertir los signos de envejecimiento en el cerebro. Y el resultado fue que, entre todas las variables de ejercicio, el baile es el que promete un mayor beneficio en la tercera edad.

“El ejercicio tiene el efecto de frenar o incluso contrarrestar el deterioro relacionado con la edad en la capacidad mental y física. En este estudio, se muestra que dos tipos diferentes de ejercicio físico (el baile y el entrenamiento de resistencia) aumentan el área del cerebro que disminuye con la edad y a mejora en el equilibrio”, explicó Kathrin Rehfeld, titular del trabajo.

Los investigadores trabajaron con dos grupos de ancianos, separándolos en dos equipos: el de baile, con 14 personas de entre 67 y 71 años y otro compuesto por 12 personas de entre 68 y 71 años realizando ejercicio físico. Comenzaron un curso semanal que se llevó a cabo durante 18 meses, con rutinas de baile o de entrenamiento de resistencia y flexibilidad.

Si bien el historial de investigaciones previas demostraron que la actividad física en general puede combatir el deterioro cognitivo asociado a la edad, se desconocía las diferencias entre los ejercicios, y qué tipo de actividad puede combatir de mejor manera el deterioro cognitivo.
Una vez llevado a cabo, ambos grupos mostraron un aumento de volumen en la región del hipocampo del cerebro. Esto fue clave, ya que la zona es propensa al deterioro cerebral relacionado con el envejecimiento y juega un papel muy importante en la memoria y en el aprendizaje, y generalmente tiende a verse afectada por enfermedades como el Alzheimer.
Con el objetivo de profundizar en esto, los investigadores distribuyeron distintas rutinas de ejercicio a los voluntarios según el grupo al que pertenecían: el entrenamiento tradicional consistió en ejercicios repetitivos (como el ciclismo) y el grupo de baile, de manera contraria, se enfrentó a distintos bailes cada semana.
“Tratamos de proporcionar a los mayores en el grupo de baile rutinas que cambiaban constantemente de género (tango, baile latino…). De esta manera, los pasos, los patrones de los brazos, la velocidad y los ritmos cambiaban cada semana para mantenerlos en un proceso de aprendizaje constante -aclaró Rehfeld-. El aspecto más difícil para ellos era recordar las rutinas bajo la presión del tiempo y sin ninguna pista del instructor”.
Y la conclusión fue que la actividad física es uno de los factores del estilo de vida que puede contribuir a llevar una vida saludable durante el mayor tiempo posible, contrarrestar varios factores de riesgo y disminuir el declive relacionado con la edad. Resultó ser una poderosa herramienta para establecer nuevos retos para el cuerpo y la mente, especialmente en la vejez.
Así que a no esperar más. Anotese en una clase de zumba o suba el volumen en su casa e improvise unos pasos, que aparte de liberar endorfinas, hacer actividad física y estimular el cuerpo, estás entrenando a su cerebro para el día de mañana.

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