Nuestras “comadrejas” no tienen
ninguna relación con las comadrejas de Europa que son unos pequeños y
feroces cazadores del orden Carnívora. Pero seguramente, el nombre de
comadrejas que usamos para nuestros marsupiales, fue puesto por los
españoles cuando conocieron a la comadreja colorada, cuyo cuerpo alargado
nos recuerda al de su homónimo europeo. Para los guaraníes, los
marsupiales son mbicures y la Lutreolina crassicaudata es denominada
mbicuré-pitá, ya que pita significa “colorado”.
La comadreja colorada es un marsupial de cuerpo alargado y extremidades largas que recuerda a los hurones, comadrejas verdaderas y lobitos de río (Mustelidae) mide entre 20 y 35 cm. sin contar la cola, aunque su tamaño varia entre poblaciones. Su cola es ancha y angosta hacia la punta, oscura en la porción media y con una mancha clara en el extremo, y mide aproximadamente 30 cm.
La cabeza es pequeña, con rostro corto, sin marcas y con orejas redondeadas. El pelaje es suave y denso en todo el cuerpo, de coloración uniforme normalmente anaranjadas o rojiza, pero variable entre un pardo opaco y un intenso amarillento. La zona ventral es algo mas clara. Solitaria, crepuscular y nocturna, es mas activa que la comadreja overa, sus movimientos son rápidos y ágiles, trepa a los árboles y nada con facilidad (incluso bucea).
Inspecciona rincones
en busca de presas. Eficiente predador ataca invertebrados (insectos y
moluscos) y pequeños vertebrados (peces, anfibios, reptiles, aves y
roedores) también se alimenta de huevos y en menor medida alimentos de
origen vegetal.
El macho es algo mayor. La hembra posee marsupio con nueve mamas en su
interior. Sus aspectos reproductivos son pocos conocidos. Se supone una
gestación de dos semanas y un tamaño de camada de 6 a 9 crías, dos veces
por año.
La hembra porta la cría primero en su vientre
y luego sobre el lomo. Utiliza como refugio cuevas, huecos de árboles o
nidos de aves. Sus predadores naturales son rapaces nocturnas como la
lechuza de campanario (Tyto alba) y el ñacurutú (Bubo virginianus) o diurnas
como el taguato (Buteo magnirostris), como así también distintas especies
de cánidos y félidos que comparten su hábitat. De carácter agresivo e irascible
se defiende mordiendo.
Con respecto al hábitat, si bien las praderas con lagunas y escasos árboles
parecen de su preferencia (lagunas pampeanas), ocupa también selvas en
galería, montes abiertos, áreas sujetas a inundaciones y incluso espesos
bosques húmedos en el noreste.
Distribución.
En Argentina en toda la porción extrandina desde el extremo norte hasta la
provincia de Río Negro. Aparentemente ausente en sectores secos de la
región chaqueña y más húmeda de la selva misionera.
Estado de
Conservación.
Ampliamente distribuida, parece
abundante en los ambientes que habita. Aunque merece una revisión ya que
es indeseada por sus posibles visitas a granjas, donde puede atacar aves y
consumir huevos y porque en algún momento, no en la actualidad, existió
interés por su piel.
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