¡FELIZ DIA
del TRABAJO
para todos y todas!
Les mostramos imágenes de 20 trabajos exóticos,
horribles o los peores, pero siempre hay quien los haga.
En Argentina, se conmemora desde fines del siglo
XIX. El primer acto se realizó en 1890, en el Prado Español de Buenos Aires, y
contó con la participación de numerosos movimientos obreros, integrados en su
mayoría por inmigrantes -alemanes, italianos, españoles y portugueses-. Con
este acto se inicia en el país la tradición de recordar, cada 1º de Mayo, el
“Día del trabajador”.
A partir de la primera presidencia de Juan
Domingo Perón (1946-1952), la conmemoración del día del trabajador alcanzaría
una notable importancia, organizándose celebraciones multitudinarias en todo el
país. A raíz de las numerosas reivindicaciones obreras logradas por el
peronismo, el 1º de Mayo se convirtió en un día emblemático.
Entre las diversas manifestaciones de la época se
destaca la convocatoria de los obreros en la Plaza de Mayo, quienes llegaban en multitud desde
temprano para escuchar el discurso del presidente Perón. En nuestro país cada
primero de mayo nuestros trabajadores tomaron las calles desafiando al poder,
recordándole que existían y que no se resignarían a ser una parte del engranaje
productivo.
La lucha logró la reducción de la jornada laboral, las leyes
sociales y la dignificación del trabajador. El poder se sintió afectado y en
cada contraofensiva cívico-militar como las del 55; 62; 66; 76 y 89 (esta vez a
través del voto), pretendieron y en ocasiones lo lograron, arrasar con las
históricas conquistas del movimiento obrero.
Los obreros sufrieron persecuciones salvajes,
secuestros, torturas y desapariciones, durante los gobiernos golpistas,
amenazas de despidos, rebajas salariales, precarización laboral y la
complicidad de algunos dirigentes sindicales, fueron en los pasados años las
armas del poder para mantener y aumentar su tasa de ganancia a costa del sudor
ajeno.
La esclavitud debe dolernos a
todos, debemos mantener el humanismo que supimos conseguir, a dolernos y
solidarizarnos con los más desprotegidos, aquel humanismo que proclamaba el
Libertador San Martín cuando abolía la esclavitud en el Perú un 12 de agosto de
1821, proclamando: “Una porción numerosa de nuestra especie ha sido hasta hoy
mirada como un efecto permutable, y sujeto a los cálculos de un tráfico
criminal: los hombres han comprado a los hombres, y no se han avergonzado de
degradar la familia a la que pertenecen vendiéndose unos a otros”
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