SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



jueves, 19 de diciembre de 2013

Señoras y señores para rendir al máximo, nuestro cerebro necesita estar bien alimentado. En este sentido existen alimentos capaces de aumentar el rendimiento intelectual.

Cultivar hábitos saludables y compleméntalos con algunos alimentos apropiados protegeremos neutro cerebro y los haremos saludable en beneficio de una prolongada vida. Aprender un nuevo idioma, jugar sudoku, (rompecabezas de lógica), resolver crucigramas, dormir bien y cambiar tus rutinas son maneras de mantener a la neuroplasticidad del cerebro.

Magnesio

Los minerales son nutrientes básicos del sistema nervioso. El magnesio, por ejemplo, resulta fundamental para restaurar las conexiones neuronales, relajar los vasos sanguíneos y permitir que el cerebro tenga buena irrigación. En tiempos de mucho estrés, es recomendable elevar los niveles de magnesio para evitar que el cerebro envejezca prematuramente. Una buena forma de lograrlo es añadir garbanzos y lentejas a tus comidas, ya sea en sopas, guisos o en forma de humus.
 

Lentejas, Garbanzos y Curcuma


La mayoría de los aderezos tienen algo en común: la cúrcuma. Esta especia contiene curcumina, un químico que tiene la capacidad de estimular la memoria, evitar el progreso del Alzheimer y estimular la neurogénesis (producción de nuevas células cerebrales). Por si fuera poco, la cúrcuma es un antiinflamatorio natural que evita la congestión de todos los sistemas.

Higado y carne de vaca

Consumida con moderación, la carne roja es un festín de vitamina B12, un verdadero tónico para el cerebro. Por su parte, el hígado de res contiene gran concentración de vitamina B12; se recomienda consumirlo un par de veces al mes.

Arandanos

Algunos las llaman moras azules y otros, arándanos. Estos frutos, debido a su gran concentración de antioxidantes, evitan la acumulación de radicales libres, los responsables de producir el llamado “estrés oxidativo”. En temporada de exámenes o entrega de proyectos, es bueno desayunar un plato de moras, ya que contribuyen a mejorar el aprendizaje, la concentración y la retención.

Nueces y avellanas

Además de ser deliciosas y versátiles, las nueces y las avellanas son magníficas para el cerebro. Entre sus principales propiedades está su alto contenido de omega 3, los ácidos encargados de proteger al cerebro y mantener sus conexiones bien “aceitadas”. Media taza de nueces acompañadas de fruta o en ensaladas te ayudarán a mejorar la concentración.

Zanahoria, apio y pimiento (morron)

Los científicos han encontrado que las enfermedades neurodegenerativas tienen algo en común: la falta de luteolina. Puedes incluirla en tu dieta comiendo regularmente zanahorias, apios y pimientos. Lo que hace esta sustancia es inhibir la inflamación de las células nerviosas, evitando que se desgasten.

Brocoli y coliflor

Los nutriólogos y médicos recomiendan comer crucíferas regularmente. Brócolis y coliflores tienen, además, vitamina K, que mejora la concentración. Las crucíferas son alimentos que contienen una sustancia llamada “colina”, la responsable de generar nuevas neuronas y conexiones entre ellas. Si no te gusta el sabor de las crucíferas, tal vez puedas intentar con germen de trigo.

Germen de trigo

Señoras y señores para rendir al máximo, nuestro cerebro necesita estar bien alimentado. En este sentido existen alimentos capaces de aumentar el rendimiento intelectual y, por tanto, facilitar la fabricación de las neuronas, transmisión de impulsos nerviosos o la multiplicación de sinapsis.

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