SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 12 de diciembre de 2017

El sistema esclavista descarnado de los bancos que empobrecen a los países.


Si nos fijamos en los que han manejado las finanzas de los países más poderosos del Mundo y en los que manejan la economía y el comercio mundial. Y busquen el último eslabón. 

Encontrarán a personajes como David Rockefeller, Henry Kissinger, Donald Rumsfeld o la familia Rothschild, situados en la cúspide de aquellos que dirigen el poder. El sistema financiero nació a partir de los antiguos prestamistas o usureros con el propósito de lucrarse a costa de las necesidades de los demás. Éstos usureros eran personas adineradas. 

Cuando llegaba alguien que necesitaba dinero, le daban un papel con su sello donde escribían una cantidad de dinero. Todos sabían que los usureros eran gente con gran poder adquisitivo y que representaban una garantía de pago, así que, cuando alguien llegaba con un papel del usurero, les daban los útiles o víveres que necesitaran y se quedaban con el papel en garantía de pago. 

Los usureros se dieron cuenta de que, mientras circulaban los papeles, la gente no venía con ellos a retirar el dinero al mismo tiempo. Fue entonces cuando dejaron de emitir papeles sólo por el dinero que tenían y empezaron a emitir muchos más papeles, los cuales representaban mucho más dinero del que tenían. 

De esta forma, seguían enriqueciéndose con los intereses del dinero que prestaban, los cuales, no eran los intereses de su dinero, sino los intereses de un dinero ficticio que representaba las necesidades de la gente. Estos personajes, ávidos ellos, sabían que cuanto más dinero necesitara la gente, más se lucrarían ellos y más poder tendrían sobre esa masa empobrecida. 

Así que se dedicaron también a la manipulación mental, creando continuamente nuevas necesidades. Las entidades financieras actuales son las herederas del sistema de aquellos prestamistas. Durante el tiempo transcurrido, han aprendido mucho acerca de cómo amargarnos más la vida. 
El dinero en sí, ese papel que nos dan, no tiene valor. Lo que sí tiene valor son los productos o servicios que puedes comprar con él. Ellos van jugando con sus herramientas financieras, con sus leyes e impuestos, de manera que los pobres sigamos siempre siendo pobres y los ricos sean cada vez más ricos. 

Si el precio de esos productos y servicios aumenta, ese papel-dinero se devalúa, haciendo que perdamos poder adquisitivo. Es por ello que la clase media-pobre no puede prosperar, ya que el poco dinero que podamos ahorrar se irá devaluando con el paso de los años.

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