SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



jueves, 16 de agosto de 2018

Prueban un páncreas artificial en pacientes con diabetes tipo 1, creado por el CONICET de Argentina.

Por primera vez en la historia, lograron probar un páncreas artificial en pacientes con diabetes tipo 1. Fue creado en el territorio argentino gracias al arduo trabajo de un equipo de investigadores del CONICET y del Hospital Italiano, con la ayuda de la Universidad de Virginia. El invento se pudo llevar a cabo gracias al compromiso de cinco pacientes que utilizaron el dispositivo durante día y medio.

El páncreas artificial puede regular –de un modo automático– la cantidad de azúcar en sangre. Eso evita que el paciente deba someterse a las correcciones con insulina tan comunes en el tratamiento de la diabetes. Cuenta con un sensor continuo de glucosa y una bomba de infusión de insulina. 
Ambos están conectados a un smartphone a través de bluetooth y, desde ahí, se puede controlar mediante algoritmos la cantidad de insulina necesaria por cada paciente. 

Por eso, es necesario ingresar en el sistema datos específicos: alimentos ingeridos, cantidad de los mismos y horario. “Ya estamos avanzando en una segunda etapa, para la que se está trabajando en un nuevo algoritmo de control para aumentar la autonomía y disminuir aún más la necesidad de intervención del paciente”, explicó Luis Grosembacher, investigador principal del estudio y jefe de la sección Diabetes del Servicio de Endocrinología del Hospital Italiano.

Este proyecto tendrá una segunda etapa, en la que investigadores del ITBA, la Universidad Nacional de Quilmes y la Universidad Nacional de La Plata desarrollarán un nuevo algoritmo que prescinda de los datos anteriormente mencionados.
“Lograr objetivos glucémicos estables en una persona que no tiene un páncreas que regula la secreción de insulina y hacerlo en forma artificial va a reducir la incidencia de complicaciones crónicas a largo plazo en estos pacientes. Con el páncreas artificial es posible evitar las complicaciones crónicas“, agregó Grosembacher.

las pruebas fueron todo un éxito, ya que los cinco pacientes lograron regular sus niveles de glucosa y ninguno llegó a la hiperglucemia (niveles elevados) o hipoglucemia (niveles muy bajos). “Con esto podríamos ver al paciente una vez por año”, concluyó el profesional a cargo.

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