SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 23 de diciembre de 2018

Chau cargadores, se cargaran los celulares y otros equipos sin cable.

Estudiantes e investigadores de la Unidad de Energía Renovable del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), desarrollaron un sistema de carga inalámbrico para contar con nuevas opciones de abastecimiento de aparatos electrónicos y que atienda las nuevas necesidades tecnológicas de la sociedad.

El ingeniero Omar Adrián Ortiz Monzón, estudiante de la maestría en Ciencias en Energía Renovable, dirigido por el doctor Víctor Manuel Ramírez Rivera, investigador del CICY, desarrollaron un sistema de resonancia de campo magnético, para la transferencia de energía eléctrica de forma inalámbrica, empleando fuentes de energía renovable.
En un comunicado, el estudiante detalló que este trabajo ya ha sido probado experimentalmente en sistemas a escala y que actualmente, a nivel prototipo, el funcionamiento del dispositivo ha sido exitoso.
Cumplieron su etapa.

“Este sistema permite cargar un vehículo autónomo (VE) con una distancia máxima de 15 centímetros, empleando un banco de baterías como fuente de energía y un módulo fotovoltaico”.
También mencionó que actualmente se trabaja en la eficiencia de esta tecnología empleando inversores multinivel para optimizar y reducir las pérdidas eléctricas provocadas por los elementos pasivos, así como por la distancia entre las bobinas acopladas entre la estación de carga y el VE.
El estudiante de posgrado del CICY explicó que la diferencia entre esta nueva tecnología y otros sistemas de carga alámbricos, radica en que este nuevo dispositivo puede transferir energía sin la necesidad de cables conectados entre la fuente y la carga con alta demanda de potencia (energía).

“Los cargadores inalámbricos actuales como los de celulares, por ejemplo, necesitan un acoplamiento magnético limitado”, señaló.
Ortiz Monzón compartió algunas de las posibles aplicaciones de este desarrollo: en la industria biomédica, para la carga de baterías en corazones artificiales o dispositivos cardiácos; en escritorios interactivos, para cargar el ordenador, o celulares y evitar las conexiones físicas.
O también para estaciones de carga de coches eléctricos, con lo que se evitaría que el conductor tenga que descender del auto para hacer la transferencia de energía, y así en un futuro, permitiría la recuperación del paisaje sin la necesidad de ver grandes torres de distribución o subestaciones de energía, concluyó.

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