SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 15 de enero de 2020

El objetivo del proyecto HIGREEW es una batería de flujo orgánico con un LCOS inferior a 0,05 euros / kWh / ciclo.


Un equipo de científicos internacional está diseñando nuevas baterías de flujo redox de mayor duración, mayor potencia y densidad de energía, en un formato más sostenible.
El objetivo del proyecto HIGREEW es una batería de flujo orgánico con un LCOS inferior a 0,05 euros / kWh / ciclo.
Un sistema de almacenamiento que combina la sostenibilidad, la rentabilidad y el alto rendimiento para facilitar la integración de las fuentes de energía renovable en los sistemas energéticos actuales.
Este es el objetivo del proyecto internacional HIGREEW. La iniciativa de investigación, liderada por el centro vasco CIC energiGUNE y financiada por la Comisión Europea con 3,8 millones de euros, tiene una sola tecnología ante sus ojos: la batería de flujo orgánicoun dispositivo recargable equipado con electrolitos orgánicos hidrosolubles de bajo coste.
El consorcio del proyecto está formado por nueve socios de cinco países diferentes de la UE. Juntos trabajarán en el diseño y desarrollo de baterías con una alta densidad de energía y potencia, mayor eficiencia, mayor duración y sobre todo con unos costes mucho más bajos que en la actualidad.

La Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Bohemia (República Checa) colaborarán con CIC energiGUNE en el desarrollo de materiales clave (membrana, electrolito y electrodo) para mejorar sus prestaciones técnicas, prolongar su vida útil y facilitar su reciclaje. Estos materiales se integrarán en una celda para llevar a cabo las primeras pruebas de validación de la empresa de ingeniería británica C-TECH, Czech Pinflow, especializada en baterías de flujo de vanadio.
En 2021 se iniciará la integración de todos los desarrollos en un prototipo real, diseñado en colaboración entre Heights y Gamesa Electric, que será probado y validado en una de las instalaciones españolas de Gamesa.
En un plazo de tres años, la nueva batería de flujo orgánico debe tener un Coste Nivelado de Almacenamiento (LCOS) de menos de 0,10 euros por kWh durante su vida útil.
De esta forma, el valor debería alcanzar los 0,05 euros / kWh / ciclo en 2030, que es el objetivo técnico-económico fijado por Bruselas en su Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética para el proceso de descarbonización.
Uno de los objetivos de HIGREEW es también demostrar que las baterías de flujo orgánico pueden ser una alternativa sostenible al vanadio, un material incluido por la Comisión Europea en la lista de materias primas esenciales.

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