SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



jueves, 14 de diciembre de 2023

EL DATO: Uso del dióxido de cloro para desinfección de aguas de consumo animal-

 

El tratamiento del agua con cloro (hipoclorito sódico - lejía) es un método comúnmente utilizado para la potabilización de aguas de bebida de consumo animal, para reducir las concentraciones de microorganismos patógenos que a través de ella pueden transmitirse.



El poder desinfectante del cloro radica en su elevada capacidad de oxidación. En presencia de agua, el cloro bien sea en forma gaseosa (Cl2) o como hipoclorito sódico (NaOCl), reacciona para generar ácido hipocloroso (HOCl) mediante el siguiente proceso de hidrólisis:

Cl2 + H2O <-> HOCl + H+ + Cl-

NaOCl + H2O <-> HOCl + Na+ + OH-

El elevado poder oxidante del ácido hipocloroso generado, combinado con su bajo coste aplicativo, ha ocasionado que el cloro (principalmente en forma de soluciones concentradas de hipoclorito sódico, entre el 4 y el 15%) sea el principal desinfectante utilizado actualmente para tratamientos de potabilización de aguas de consumo, tanto humano como animal. Sin embargo, el uso de cloro presenta algunos inconvenientes:



·         Elevada reactividad con sustancias orgánicas o inorgánicas presentes en el agua, dando lugar a reacciones oxidantes paralelas que:

o    Disminuyen el contenido en cloro libre y, por consiguiente, su rendimiento desinfectante.

o    Generan sustancias no deseadas, tales como halometanos (THM, fruto de la reacción con materia orgánica y nocivos para la salud humana, con límite de 100 µg/l según RD3/2023) o cloraminas (productos de la reacción con amonios, y de menor capacidad desinfectante).

·         Las soluciones concentradas de hipoclorito sódico presentan una tendencia natural a la descomposición, generando cloratos. La presencia de cloratos en alimentos está actualmente limitada por el Reglamento (UE) 2020/749 que modifica el anexo III del Reglamento (CE) nº 396/2005 en lo relativo a los límites máximos de residuos de clorato en determinados productos, estableciendo LMR que varían entre 0,05 y 0,7 mg/kg, según el producto. El agua, a través del riego, del tratamiento o de la desinfección, es el vehículo por el que los cloratos llegan a los alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene establecido un nivel de referencia de 0,7 mg/l para el clorato en agua potable. A nivel estatal, el RD 3/2023 establece también un valor paramétrico de cloratos de 0,25 mg/l.

·         Con un pH inferior a 5 todo el cloro está en forma de ácido hipocloroso (HOCl) pero, a medida que el pH aumenta, este ácido se disocia en hipoclorito (ClO-), disminuyendo su efectividad a pH superiores a 7,0.

Conclusión

Gracias a su menor reactividad y mayor selectividad, su amplio rango de pH de trabajo y su excelente poder oxidante, el dióxido de cloro es un excelente desinfectante para tratamientos de potabilización de aguas de consumo animal, como alternativa al extendido uso de cloro (hipoclorito sódico). El tratamiento con dióxido de cloro permite obtener un agua de la máxima calidad microbiológica, fisicoquímica y organoléptica, libre de sustancias indeseadas tales como THM o cloraminas.

PROQUIMIA dispone del equipo LOTUS MINI, que permite la generación in situ de dióxido de cloro a través de los productos concentrados PROAQUA ACID y PROAQUA ACTIVE. Este equipo, con una capacidad de generación de dióxido de cloro de 8 g/h, es adecuado para instalaciones ganaderas con necesidades de agua entre 10-20 m3/hora.

Para instalaciones con menores necesidades de agua, PROQUIMIA dispone del sistema PROAQUA DIOX. La mezcla de los dos componentes del sistema, PROAQUA DIOX A con PROAQUA DIOX B a una proporción de 9L:1L, permite generar una solución lista para ser dosificada de aproximadamente 3000 mg/l de dióxido de cloro, sin necesidad de ningún equipo para su generación.

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