SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



viernes, 22 de marzo de 2019

DEBEMOS ENTENDER que SI seguimos DEFORESTANDO en ARGENTINA "HABRÁ VACAS Y SOJA, PERO NO HABRÁ quien COMA"

EL DATO: Nuestro país posee 53.654.545 hectáreas de bosques nativos, según la categorización que las provincias informaron a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación para su revisión. En el 80,3% de esas áreas está prohibida la deforestación porque las provincias les asignaron categoría I (roja) o II (amarilla). Apenas el 19,6% está en la categoría III (verde), lo que permite que se "puedan transformar parcialmente o en su totalidad".

Aunque desde 2014 los registros oficiales describen una reducción de la deforestación, en la primera década de la ley se perdieron 2,6 millones de hectáreas. El 32,3% eran bosques protegidos. "Todas las provincias hicieron el OTBN, que prohíbe los desmontes en el 80% de las zonas forestales. Sin embargo, el OTBN de Formosa, Corrientes, Córdoba y Buenos Aires fueron muy cuestionados por las organizaciones sociales", señalan desde la ONG.
El informe, de Greenpeace Argentina, advierte que en 2018 el 36% de esos desmontes fue en Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta; concentran el 80% de la desaparición de estos ecosistemas.

a Argentina se encuentra en emergencia forestal". Con este diagnóstico,Greenpeace Argentina alerta sobre la deforestación en el norte del país, donde cuatro provincias concentran el 80% de los desmontes. Según una nueva edición de su informe anual, la entidad denuncia que el 36,3% de la superficie deforestada el año pasado en Santiago del Estero, Chaco , Formosa Salta fue en bosques nativos que están legalmente protegidos por su alto valor de conservación.
Los incendios y el avance de la frontera agropecuaria para el cultivo de soja transgénica son las principales causas de la pérdida de esas grandes reservas naturales que señala la ONG ambientalista.
"La fragmentación de los bosques, no solo el desmonte, impide la vida animal y vegetal en un ecosistema continuo. Un yaguareté, por ejemplo, necesitará de 11.000 hectáreas para vivir en un buen estado de conservación", explicó Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace. "Esos ecosistemas con una categoría de protección alta o media tienen que ver con el mantenimiento de las cuencas de agua y si en esas zonas se deforesta en exceso, aumenta el riesgo de inundación", agregó.
La ley 26.331 de presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos, de 2007, delega en las provincias la clasificación de sus bosques nativos, según criterios de sustentabilidad ambiental. Para eso, deben usar una de tres categorías -roja, amarilla y verde- que indican su importancia natural y si se puede o no desmontar o transformar de alguna manera y si, en el caso de hacerlo, se debe recuperar. Cada provincia debe actualizar ese ordenamiento territorial de bosques nativos (OTBN) cada cinco años.

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