El 26 de abril de 1986, a la 1:24 de la madrugada, el reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, sufría dos explosiones durante una comprobación rutinaria de seguridad.
La cadena de errores de diseño y humanos, más una respuesta posterior demasiado centrada en salvaguardar la imagen pública de la URSS, en lugar de en evacuar a los residentes alrededor de la central y buscar una manera de contener la radiación, terminaron por generar el peor accidente nuclear en la historia, sólo igualado por el de Fukushima (Japón), en 2011.
Esas horas y días posteriores a la explosión del reactor serán los que cuente la miniserie Chernobyl, coproducción de HBO y Sky que HBO España estrenará el próximo 7 de mayo. Su creador, Craig Mazin, ha pasado cinco años documentándose y escribiendo los cinco episodios que componen la ficción, y que arrancan, precisamente, en el momento en el que los técnicos de la central nuclear se dieron cuenta de que algo que no debería haber ocurrido acababa de tener lugar.
El accidente de Chernóbil
La planta nuclear se había construido a finales de los 70 a 130 km. al norte de Kiev y a veinte al sur de la frontera con Bielorrusia. Sus reactores eran de diseño soviético RBMK-1000, uno que no se utilizaba en ninguna central occidental, y estaba considerado una de las joyas de la corona del programa nuclear del país. Sin embargo, tras la catástrofe, se descubrió que contenían un fallo de diseño que, unido a varios errores humanos, había provocado la explosión del reactor.
Dicha explosión tuvo lugar durante unas pruebas de seguridad previas a la realización de una parada técnica. Las diferentes operaciones de apagado de sistemas que había que realizar dejaron el reactor en una situación inestable que no se pudo revertir cuando llegó el turno de apagarlo. La presión en su interior creció hasta el punto de que ocurrieron un par de fuertes explosiones de vapor y un incendio que provocaron una fuga de radiación y dejaron expuesto el núcleo radiactivo.
La Asociación Nuclear Mundial apunta, como razones detrás del accidente, un reactor con un diseño erróneo, equivocaciones graves de los trabajadores de la central y una falta total de cultura de seguridad en las plantas nucleares de la URSS, unida al aislamiento y secretismo que las rodeaba.
Dos operarios de Chernóbil murieron en el accidente y, por la exposición directa a la radiación, lo hicieron otras 28 personas hasta el mes de julio de aquel año. Otras mil recibieron altas dosis de radiación al ser de las primeras en acudir al lugar del accidente porque formaban parte de equipos diversos de emergencias. La ciudad cercana de Pripyat, donde vivían los trabajadores de la central y habitaban 45.000 personas, fue evacuada al día siguiente del accidente y se estableció una zona de exclusión de 30 km. alrededor de la planta.
Unos 200.000 liquidadores estuvieron limpiando de material radiactivo el terreno circundante durante 1986 y 1987, mientras los responsables principales del programa nuclear soviético intentaban, primero, ocultarlo y hacer de menos la gravedad del incidente y, después, buscaban una manera de evitar la contaminación del agua y el suelo de media Europa por el filtrado de material del reactor accidentado, de extinguir el incendio y de detener las fugas de radiación.
La nube radiactiva se extendió a Ucrania, Bielorrusia y llegó a alcanzar zonas de Escandinavia y Europa del Este.
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