La forma de transmisión habitual es de cabeza
a cabeza, por contacto directo. También existe el contagio a través de ropas,
peines y otros artículos de uso personal que se encuentren contaminados. Consultar
siempre a su médico dermatólogo, pediatra y / o generalista.
Usar tratamientos sólo indicados por el médico. No abusar ni
automedicarse. Entender que todos los productos pueden ser dañinos cuando no se
los utiliza en forma adecuada.
Evitar medidas y tratamientos agresivos como el uso de derivados
del petróleo (kerosene) y productos de uso veterinario (pipetas). Su efecto es
tóxico y perjudicial para la salud del niño y de las embarazadas.
Lavar la cabeza diariamente y enjuagar con vinagre en forma
periódica. Usar el peine fino embebido en vinagre, con el cabello desenredado,
primero a contrapelo (para desprender las liendres) y luego a pelo para
arrastrarlas.
Usar preferentemente el pelo corto o recogido. El piojo no salta
ni vuela: cuanto más corto y sujeto al pelo, mejor.
Observar que los piojos se contagian por contacto directo e
indirecto ya que pueden vivir un tiempo corto fuera de la cabeza. No compartir
en el colegio y la colonia de vacaciones elementos de uso personal (peines,
vinchas, gorros, etc.)
Considerar que NO siempre la picazón en la cabeza es por
pediculosis y que algunas veces la pediculosis NO pica. Es fundamental la
consulta al médico.
Examinar periódicamente la cabeza para la presencia de liendres y
piojos. Un buen método es revisar detrás de las orejas, nuca y flequillo. El
uso de peine fino debe ser incorporado como un hábito más de higiene personal
diaria.
Tomar conciencia de que todos estamos expuestos al contagio. No respeta
raza, sexo ni clase social. Todos debemos ayudar para ayudarnos.
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