SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 22 de julio de 2018

Algunos hospitales de la CABA, como el Sanatorio Finocchietto y el Churruca, decidieron incorporar techos verdes para proteger su estructura edilicia y mejorar la calidad de vida de los pacientes internados.

Muchas veces es necesario descansar la vista frente a todo el cemento que nos rodea y es por eso que la posibilidad de sumar espacios verdes a la ciudad nunca está de más, sobre todo si brindan beneficios en materia de salud.

La instalación de jardines en las terrazas de cualquier tipo de construcción, contribuye al aislamiento acústico, mantiene estable la temperatura del inmueble y mejora la calidad del aire, al reducir los niveles de dióxido de carbono.
Carlos Longo, médico y coordinador del hospital Churruca, explica que la colocación de cubiertas vegetales forma parte de un plan de gestión integral orientado a combinar el cuidado del medioambiente con mejoras edilicias. 

“Es necesario un cambio de filosofía en los establecimientos sanitarios y para lograrlo, resulta fundamental acercarse a prácticas relacionadas con lo ecológico”, ilustra el doctor. Las cubiertas vegetales en este tipo de establecimientos “producen alivio visual y sensación de bienestar tanto en quienes se están tratando como en los médicos y visitantes”, agrega.


Hay una cuestión de la que poco se conoce y es la razón por la que las azoteas verdes funcionan efectivamente: las plantas de sedum. El ingeniero agrónomo Gabriel Lande y su socio Tomás Dreizzen, fundadores de Pasionaria Sedum —compañía pionera en instalación de techos verdes en el país y proveedora de este tipo de vegetación para la terraza de 500 m2 en el octavo piso del complejo médico policial— señalan que estas plantas “poseen alta resistencia a los cambios climáticos, requieren de poca manutención y sus hojas tienen un gran poder de absorción del agua, condición que contribuye a prevenir inundaciones”.

Dreizzen indica que “la arquitectura sustentable está cobrando cada vez más fuerza en entornos vinculados a la salud debido a las exigencias y la responsabilidad social que poseen esta clase de instituciones”. Además, considera importante prestar atención a propuestas como la de los techos verdes debido a que “las ventajas edilicias que otorga proporcionan mejoras en la calidad de vida de la sociedad”.
Según Longo, el hecho de que los pacientes y el personal de la clínica tengan la posibilidad de apreciar paisajes naturales, a diferencia de un panorama gris, produce tranquilidad, disminuye el nivel de estrés y acelera la recuperación, al contribuir en su salud emocional y mental: “Lo psíquico tiene un rol protagonista en la recuperación de la salud y el contacto con la naturaleza reduce el estado de ansiedad e incertidumbre que genera una internación”.
El Sanatorio Finocchietto, por su parte, se construyó bajo las normas de certificación de Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED). Este sistema de evaluación, internacionalmente reconocido, destaca a edificios sustentables que impulsen la preservación de los recursos naturales y la generación de espacios saludables para vivir. Manuel Álvarez, director médico de la clínica, subraya que “la decisión de instalar un techo verde en un hospital tiene un doble objetivo: mejorar la calidad de vida del paciente que se viene a atender y devolverle salud a la sociedad”.

**Algunas imagen corresponden a distintos edificios de salud y universidades de Argentina.

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