En tanto, cuando se los indagó sobre los riesgos para la salud que implican las bebidas alcohólicas, sólo refirieron efectos inmediatos tales como la “resaca”, descomposturas y náuseas. No pudieron identificar los efectos que trae aparejado el consumo sostenido de alcohol como por ejemplo la deshidratación y distintas enfermedades asociadas.
El focus group se realizó con el objetivo indagar en las motivaciones de jóvenes y adolescentes ante esta problemática. Se pudieron constatar cifras de consumo en ascenso desde edades cada vez más tempranas y un hábito internalizado estrechamente relacionado a la sociabilidad y la diversión. En ese sentido, la propuesta del estudio se orientó a intentar conocer, de boca de los protagonistas, el vínculo y significado de la ingesta de alcohol, desde el plano simbólico, hasta las experiencias personales, generando así una mirada transversal al consumo.
“Si bien los datos son alarmantes, no debemos caer en el facilísimo de estigmatizar a los jóvenes. El consumo excesivo de alcohol es la principal adicción en nuestro país. Es una problemática que atraviesa distintas clases sociales y grupos etarios, por lo cual se requieren políticas públicas específicas que apunten a la prevención y también a la sanción de aquellos automovilistas que conducen bajo los efectos del alcohol. En ese sentido, podríamos ver las políticas que se instrumentan en otros países como España donde se aplica la inhabilitación especial a quien, con una tasa de alcohol en sangre superior a 1 gramo por litro, se pone frente al volante de cualquier tipo de vehículo automotor”, explicó Martello.
En la Argentina no existe un criterio unificado a la hora de elaborar estadísticas sobre accidentes de tránsito. De ahí la divergencia entre los números oficiales y los registros que elaboran ONG´s como Luchemos por la Vida. En ese contexto, especialistas de distintos ámbitos institucionales coinciden respecto a que el consumo de alcohol es una de las principales causas. Según Luchamos por la Vida, la incidencia llega al 50%.
Bebidas alcohólicas de preferencia
Los jóvenes que participaron del focus son oriundos de La Plata, de distintas ciudades del interior bonaerense, como así también de otras provincias como Mendoza y Misiones. Casi todos ellos manifestaron que la cerveza y el fernet son sus bebidas alcohólicas preferidas. También mencionaron Campari, vino y bebidas blancas vodka, ron y tequila.
Asimismo, comentaron que la edad en laque comenzaron a tomar alcohol fue entre los 13 y 15 años. Cabe destacar que, según la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), a nivel nacional la edad promedio de inicio se ubica en los 12 años, mientras que desde el Observatorio de Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo se pudo detectar -en talleres de prevención y concientización que se vienen dictando en escuelas de gestión pública y privada- casos de adolescentes que afirmaron haber empezado a beber a los 11 años.
Respecto a los energizantes, los participantes del estudio cualitativo contestaron que lo toman mezclado con vodka o champagne en el boliche porque “pega más”.
A su vez, entre las motivaciones que describen en relación al consumo de alcohol, relatan que es por gusto, por ser algo cotidiano, o porque lo genera el ambiente .
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