La
carrera espacial ha tomado un giro insólito con la iniciativa de la Agencia de
Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA), en colaboración con la NASA, de
trabajar en un proyecto destinado a combatir la contaminación espacial mediante
el lanzamiento del primer satélite del mundo fabricado en madera. Este esfuerzo
se suma a una serie de investigaciones globales que buscan soluciones al
creciente problema de los desechos espaciales, resultado de satélites fuera de
servicio que se convierten en peligrosos escombros orbitales.
Un proyecto ambicioso contra la contaminación espacial:
El proyecto, conocido como
LignoStella Space Wood, se puso en marcha en 2020 después de que una equipo de
la Universidad de Kyoto lograra enviar con éxito muestras de madera al espacio.
La investigación se centró en examinar la resistencia de algunos tipos de
madera durante más de 40 semanas a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Los resultados de esta fase experimental, que incluyeron análisis sobre la
resistencia y composición elemental de las muestras, llevaron a la selección
del Hoonoki debido a su
durabilidad y maniobrabilidad, haciéndolo el material ideal para la
construcción del LignoSat2.
Desafíos
únicos del entorno espacial
El espacio representa un entorno
extremadamente hostil, caracterizado por severas fluctuaciones de temperatura,
radiación cósmica intensa y partículas cargadas emitidas por el sol. Estas
condiciones ponen a prueba la integridad de cualquier material enviado al
espacio, haciendo que la elección del magnolia para el LignoSat2 no sea solo
innovadora, sino también estratégica, dada su probada resistencia en tales
condiciones adversas.
¿Por qué un satélite de madera?
La idea de un satélite de madera
puede parecer anticuada a primera vista, pero tiene una justificación ambiental
sólida. Al reentrar en la atmósfera terrestre, los satélites y otros objetos
espaciales se queman, un proceso durante el cual los componentes metálicos no
se consumen completamente, convirtiéndose en desechos espaciales. En contraste,
se espera que el LignoSat2, gracias a su construcción en madera, se queme casi
por completo durante la reentrada, reduciendo significativamente la liberación
de partículas metálicas, como el aluminio, que pueden tener efectos
perjudiciales para el medio ambiente terrestre.
Un paso hacia
la reducción de desechos espaciales
Además de sus beneficios
ambientales, el LignoSat2 tiene el potencial de mitigar el riesgo de colisiones
en el espacio, un peligro creciente dado el volumen de fragmentos metálicos y
otros escombros que orbitan la Tierra. Con diversos sensores a bordo para
evaluar su rendimiento, el prototipo de satélite de madera de la JAXA está
programado para ser lanzado más tarde este año, marcando un hito importante en
la búsqueda de soluciones sostenibles para la exploración espacial.
Este proyecto no solo destaca el
compromiso de Japón con la innovación y la sostenibilidad en la exploración
espacial, sino que también abre un nuevo capítulo en nuestra relación con el
espacio, uno que reconoce la importancia de proteger tanto el entorno espacial
como el terrestre de la contaminación y los desechos.
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