Aunque el Día de los Enamorados se
celebra en todo el mundo en honor a San Valentín, poco se sabe de la
figura de este santo.
Por qué es el patrono de los enamorados:
Según Vatican News, la tradición de San
Valentín como santo patrono de los enamorados tiene su origen en un antiguo
texto inglés cuyo autor, llamado Geoffrey Chaucer, sostiene que a mitad de
febrero los pájaros comienzan a reproducirse, y en el hemisferio norte la
fecha coincide con el comienzo de la primavera.
Otras versiones recogen otras historias
conservadas por la tradición oral. Una de ellas es que el emperador Claudio II había prohibido
la celebración de matrimonios para que los hombres
estuvieran disponibles para la guerra. Desafiando
este decreto, se dice que San Valentín era un sacerdote que casaba a las
parejas en secreto.
En el año 496, el Papa Gelasio determinó que cada 14 de febrero se
celebrara a San Valentín en el aniversario de su martirio.
El martirologio
católico -especie de catálogo de santos y mártires- incluye dos figuras con el nombre
Valentín. "Es posible que se trate del mismo santo que
fuera llevado desde su ciudad a Roma para el martirio. Esto se sospecha porque,
además de tener el mismo nombre, ambos
fueron decapitados en la Vía Flaminia y tienen su fiesta
el 14 de febrero", señalan desde la agencia de noticias católica ACI
Prensa.
Valentín, sacerdote romano que hacía milagros.
Según registros católicos, un sacerdote romano llamado Valentín
vivió durante el reinado del emperador Claudio Gótico (268-270).
Como Valentín era famoso por su santidad, el emperador lo convocó e intentó
convertirlo a su religión politeísta sin éxito. Incluso le encargó la tarea
a uno de sus hombres de confianza, llamado Asterius.
Pero
Asterius no sólo no logró hacer claudicar a Valentín en su fe sino que se
convirtió él mismo al cristianismo, después de ver cómo su hija, ciega desde pequeña, recuperaba
milagrosamente la vista por intercesión del sacerdote.
Enterado
de la historia, Claudio II mandó a decapitar a Valentín
un 14 de febrero en la Vía Flaminia romana, cerca del lugar
donde después fue enterrado.
La
otra versión sobre San Valentín se ubica en el siglo IV y lo presenta como
obispo de la ciudad italiana de Terni. De acuerdo con el relato que
presenta Vatican News, durante esa época, Crato, un profesor de griego y
latín muy acaudalado, ofreció la mitad de su fortuna al obispo para que sane a
su hijo de una deformidad física. Rechazando el dinero, el obispo rezó por el muchacho, que de esta
forma se curó, y logró que toda la familia de Crato se
convierta al cristianismo. Nuevamente, el milagro habría desencadenado el
martirio de Valentín, que fue ejecutado en la Vía Flaminia.
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