Los inuit, conocidos como
esquimales, aunque ellos prefieren que se les reconozca con el primer término y
no con el segundo, viven en la tundra ártica del norte de Alaska, Canadá y
Groenlandia (también existen los yupik, que habitan en el sur de Alaska y en
Siberia).
Prefieren el término inuit ya
que significa “el pueblo”, y esquimal es un término algonquino que podría
significar “devoradores de carne cruda”. Se les empezó a llamar esquimales ya
que no exista vegetación que pudieran utilizar como leña para el fuego, y la
grasa de ballenas y focas eran muy valiosas como alimento, no la utilizaban
como combustible para cocinar, por lo que la carne cruda era uno de sus
sustentos alimenticios.
Dentro de la cultura inuit existen tradiciones como la de ofrecer a sus mujeres en señal de gratitud a aquellos que visitan su territorio, pero son ellas las que deciden si les apetece o no yacer con aquellos hombres a los que se les ofrece, ya que las mujeres inuit son valoradas por su capacidad de trabajo y sus compañeros respetan su libertad sexual.
Los inuit tienen una forma distinta de concebir las uniones sentimentales o las relaciones, viviendo ellos en lo que nosotros conoceríamos por poligamia. Las comunidades inuit están formadas por un número muy reducido de personas, por lo que no cerrar la relación a un número de dos miembros aumenta la variedad en sus encuentros y favorece la perpetuación de su comunidad. Igualmente practican el intercambio ritual de parejas, aunque siempre con fines religiosos y con el conocimiento del angekok, su chamán.
El pueblo inuit también tiene
una estructura patriarcal, ya que los hombres toman cuantas esposas pueden
mantener, pero los matrimonios se consideran un pacto entre dos personas que se
necesitan mutuamente para sobrevivir y la mayoría de las veces se ve como un
medio para establecer nuevas relaciones familiares y con ello favorecer la
ayuda mutua y la cooperación.
Si que es verdad que
tradicionalmente los matrimonios se pactan entre los padres desde el nacimiento
y se unen desde la pubertad de las chicas y cuando los chicos son capaces de
cazar por sí mismos, aunque existen también matrimonios por amor.
No se celebra ninguna ceremonia
especial, simplemente se sabe que son pareja porque comienzan a vivir juntos.
La mujer inuk, el singular de inuit, que significa “hombre” o “persona”, no es
valorada por su virginidad y castidad sino por su capacidad de trabajo. La
libertad sexual entre los jóvenes no se reprime ni para ellos ni para ellas, y
las chicas pueden demostrar su afecto hacia otros hombres distintos a su futuro
marido.
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