SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



jueves, 19 de diciembre de 2024

ARGENTINA: Caracol gigante africano que detectaron en Misiones y tratan de que no llegue a plaga.

 

Senasa los ubicó en una localidad del país y directamente los destruyó. Sin embargo, hay alerta por si aparecen en otro lugar. Qué daños provocan en el ecosistema y la salud humana y animal.

 


El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó la primera detección de ejemplares de Caracol Gigante Africano (Lissachatina fulica) en la localidad de El Soberbio, perteneciente al departamento Guaraní, provincia de Misiones.

 

Personal del área de Protección Vegetal del Centro Regional Corrientes-Misiones del Senasa verificó la presencia de esta especie invasora, conocida por su impacto negativo en la salud pública y la producción agrícola al concurrir a una denuncia recibida en el marco de sus acciones para prevenir y controlar plagas agrícolas.



Siguiendo los protocolos sanitarios establecidos, el equipo regional del Senasa, junto con autoridades locales, recolectó y destruyó 80 caracoles.

Además, llevó a cabo actividades de concientización donde informó a la comunidad sobre los riesgos asociados a esta plaga y las medidas preventivas necesarias.

 

Por qué es tan peligroso el caracol gigante africano:

 

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó la primera detección de ejemplares de Caracol Gigante Africano (Lissachatina fulica) en la localidad de El Soberbio, perteneciente al departamento Guaraní, provincia de Misiones.


Personal del área de Protección Vegetal del Centro Regional Corrientes-Misiones del Senasa verificó la presencia de esta especie invasora, conocida por su impacto negativo en la salud pública y la producción agrícola al concurrir a una denuncia recibida en el marco de sus acciones para prevenir y controlar plagas agrícolas.

 

El Senasa recordó a la población las siguientes recomendaciones:

  • No tocar los caracoles.
  • Evitar el contacto con la baba del caracol Lissachatina fulica, especialmente con ojos, nariz y boca.
  • Lavar con abundante agua potable las verduras que se consumen.
  • En caso de tocar un caracol, lavarse inmediatamente las manos con abundante agua y jabón desinfectante. También hacerlo luego de tocar las superficies que puedan haber estado en contacto con la baba de caracol.
  • No comer caracoles.
  • No utilizarlos como carnada, mascota o adorno.
  • No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños, mascotas o fauna nativa.
  • Eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción, tejas o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol.
  • En caso de ser necesario, eliminar los caracoles utilizando guantes descartables para tomarlos, aplastarlos o tratarlos con sal común de cocina de forma que queden totalmente cubiertos y luego enterrarlos.
  • No permitir que los niños participen de la captura y eliminación de los caracoles.
  • No trasladar caracoles hacia otras zonas, ya que hay lugares que se encuentran libres de esta plaga.
  • Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.
  • En caso de detectar la presencia de esta plaga, comunicarlo a la Línea telefónica gratuita del Senasa 0800-999-2386


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