El uso de un software de
reconocimiento de aletas caudales (flukeprints) permitió identificar al
individuo gracias a sus marcas únicas, un avance revolucionario en la
investigación marina.
Ballena
jorobada realiza la migración más larga registrada: más de 13.000 kilómetros
desde Colombia hasta Zanzíbar
En una hazaña migratoria sin
precedentes, una ballena jorobada ha sido documentada recorriendo más de 13.000
kilómetros desde Colombia hasta Tanzania. Este extraordinario viaje,
el más largo jamás registrado para una ballena, supera el récord anterior de
10.000 kilómetros.
Un
hallazgo inesperado y sin precedentes
El equipo de ecólogos marinos que
llevó a cabo la investigación destacó la complejidad del comportamiento de las
ballenas jorobadas. Sin embargo, encontrar a un macho adulto a medio camino del
mundo resultó ser una sorpresa inesperada. Según Ted Cheeseman, biólogo
especializado en ballenas de la Universidad Southern Cross, este hallazgo
contradice el comportamiento típico de estos cetáceos, que generalmente se
mantienen dentro del mismo océano.
Para llegar hasta Tanzania, esta
ballena tuvo que atravesar múltiples grupos poblacionales del Atlántico, un
fenómeno que Cheeseman describió como más “extraño” que cualquier otro
documentado previamente en esta especie.
Tecnología
de reconocimiento de aletas caudales: una revolución científica
El análisis de este caso fue posible
gracias al uso de un software avanzado de reconocimiento facial adaptado para
identificar ballenas mediante las formas únicas de sus aletas caudales,
conocidas como “huellas de aleta”. Estas huellas, tan únicas como
las huellas digitales humanas, permiten identificar ballenas individuales
basándose en cicatrices, muescas y patrones de color.
Según la bióloga marina Christie
McMillan, estas herramientas tecnológicas han ahorrado a los científicos
innumerables horas de búsqueda manual entre fotografías. Este método fue
fundamental para rastrear al ejemplar en tres ubicaciones distintas: frente a
las costas de Colombia, y posteriormente cerca de Zanzíbar.
Happywhale:
Ciencia ciudadana en acción
El proyecto Happywhale, cofundado por
Cheeseman, ha revolucionado el estudio de las ballenas al combinar imágenes
recopiladas tanto por científicos como por ciudadanos comunes. Esta plataforma
analiza más de 900.000 fotografías y ha identificado a 109.000
ballenas individuales. Entre ellas, un ejemplar apodado «Old Timer», avistado
por primera vez en 1972 y nuevamente observado en el verano pasado.
Happywhale destacó la importancia de
la colaboración global. Según la investigadora Vanessa Pirotta, esta tecnología
convierte un día de observación en un aporte significativo para la ciencia. La
integración de ciencia ciudadana ha permitido la generación de datos en
regiones poco estudiadas, aportando conocimiento valioso sobre las rutas
migratorias de las ballenas.
Desafíos
y cambios en las migraciones de las ballenas jorobadas
Normalmente, las ballenas jorobadas
permanecen dentro del mismo océano, migrando entre sus áreas de reproducción y
alimentación. Por ejemplo, la población de Colombia migra desde las costas de
Sudamérica hasta la Antártida. Sin embargo, este individuo desafió las normas
al cruzar hacia el océano Índico, lo que plantea preguntas sobre los factores
detrás de este comportamiento.
La comunidad científica aún no tiene
claro si estas rutas inusuales son producto de cambios ambientales relacionados
con el cambio climático o simplemente anomalías individuales. Según Ekaterina
Kalashnikova, coautora del estudio y bióloga marina, es probable que la
distancia real recorrida por la ballena sea incluso mayor que la documentada,
ya que pudo haber pasado por la Antártida antes de llegar a Tanzania.
Implicaciones
ecológicas y futuras investigaciones
El viaje récord de esta ballena
subraya la importancia de la plasticidad conductual de las
especies marinas en respuesta a un entorno cambiante. Este comportamiento
podría ser una estrategia evolutiva para adaptarse a las presiones globales,
como el cambio climático. Además, destaca la necesidad de consolidar bases de
datos globales para estudiar a estos mamíferos marinos de amplia distribución.
Lisa Kettemer, bióloga del Ártico,
enfatizó que herramientas como Happywhale están transformando nuestra
comprensión de las ballenas, conectando historias y datos a nivel mundial. Este
enfoque no solo aporta conocimiento científico, sino que también fomenta la
conciencia pública sobre la importancia de proteger a estas especies y sus
hábitats.
El viaje de esta ballena es un
recordatorio poderoso de los impactos que las actividades humanas y los cambios
climáticos están teniendo en el comportamiento de los ecosistemas marinos. Este
estudio es un ejemplo inspirador de cómo la tecnología y la colaboración global
pueden arrojar luz sobre los misterios de la naturaleza, promoviendo un futuro
más sostenible para los océanos y sus habitantes.
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