Toda esta magia sucede desde
mis abuelos, padres y hoy nosotros con hijos y nietos, mucha música, canto y poesía
en mi parque y cabañita de El Triunfo, un bello y calmado espacio que nos hace
viajar hacia allí solo para vernos, abrazarnos, reír y cantar, folclore, romántico, tango y poesía. Nuestros abuelos
y bisabuelos sabían que reunirse
a comer en familia es
crucial para el desarrollo emocional, social y físico de todos nosotros. Fortalece los lazos familiares, promueve hábitos alimenticios
saludables y mejora la comunicación y el bienestar general.
Un estudio
reciente demostró que Argentina es el país que más disfruta de la comida
casera, servida en la mesa familiar, un dato que no dejó de sorprender incluso
a los mismos interesados. Esto es lo que demuestra un estudio reciente, que se
suma a anteriores investigaciones con conclusiones similares.
En
efecto, el relevamiento, que se conoció hace diez días y fue encargado por una
empresa multinacional, incluyó 3500 entrevistas a mayores de 18 años en los
Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, México, Rusia y la Argentina, entre
junio y julio últimos. De acuerdo con los resultados, en la Argentina, el 94
por ciento de la gente considera que compartir las comidas es una faceta
importante de la vida. El promedio mundial, en cambio, es de un 79 por ciento,
más light y menos "familiero".
Tanta es
la valoración que se tiene de la reunión familiar durante las comidas, que la
Argentina es también el país del mundo donde más días a la semana los padres se
sientan a comer con sus hijos. El 95 por ciento de las comidas del día se
disfrutan alrededor de la mesa hogareña y en cuatro de cada diez de ellas, con
todos los miembros de la familia.
La
novedad de este relevamiento es que los argentinos mayores de 18 años opinan
que los chicos que almuerzan o cenan con sus padres con frecuencia no sólo se
alimentan mejor, sino que obtienen mejores calificaciones en la escuela. En
efecto, más del 80 por ciento de los encuestados argentinos opinó que los hijos
que se sientan a la mesa para almorzar o cenar con sus padres son a menudo
"más felices, tienen más confianza en sí mismos y mayores habilidades
discursivas". Todas características que, como bien se puede deducir y el
estudio lo destaca, son altamente positivas para el buen rendimiento escolar.
El
informe, justo es decirlo, viene a resaltar una verdad que siempre hemos
reconocido: el valor de la presencia de la familia en la vida de todo ser
humano, pero, en particular, en la Argentina, donde muchas familias están
viviendo bajo el índice de pobreza y de indigencia, y aun así conservan la
noción de cuán importante es permanecer juntos a pesar de tantas dificultades e
injusticias.
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