Gustavo
Puccini, ministro de Producción de Santa Fe, dialogó con Chacra 360, sobre la
recuperación de la campaña, gracias a mejores condiciones climáticas. Renovó el
pedido por la eliminación de retenciones y alertó sobre el impacto de la
paralización de la obra pública nacional.
Luego de una campaña marcada
por la sequía, el campo santafesino muestra señales de recuperación,
impulsado por mejores condiciones hídricas, políticas de asistencia provincial
y un repunte en la producción de granos. Así lo expresó, Gustavo
Puccini, ministro de Producción de Santa Fe, en diálogo con Chacra 360 quien
destacó que "las últimas lluvias de hace algunos meses atrás mejoraron el
suelo desde lo hídrico, posibilitando recuperar hectáreas sembradas", con
un aumento notable en los rendimientos de soja y maíz.
"Estamos mejor que en otras campañas. Obviamente los
precios internacionales podrían haber acompañado más, pero hemos crecido en
toneladas", señaló, aunque advirtió que el norte de Santa
Fe sufrió un duro golpe climático a comienzos de año,
especialmente en los departamentos de General Obligado,
Vera y Nueve de Julio.
Asistencia a productores: más
de $1.000 millones en créditos
Frente a esa situación, el gobierno
provincial activó una línea de créditos a tasa cero,
canalizados a través de las agencias de desarrollo, para asistir tanto a los
productores agrícolas como ganaderos. "Luego sumamos a San Cristóbal, San
Justo y parte del departamento Castellanos. En total, pusimos más de 1000
millones de pesos para enfrentar esta emergencia",
afirmó.
La medida contempló no sólo la recuperación de hectáreas de
siembra, sino también la protección del forraje y el
sostenimiento de la actividad ganadera, clave en muchas
economías regionales.
Retenciones: el pedido por un
plan estratégico y la baja definitiva
En paralelo, el foco del sector también está puesto en el vencimiento
del esquema actual de retenciones, previsto para el 30
de junio. El funcionario mostró preocupación por una eventual
suba a partir del 1° de julio y pidió al Gobierno nacional que no sólo se
mantenga la reducción, sino que se avance hacia un plan
estratégico de quita definitiva.
"En Santa Fe, el 20% de la producción de soja del
país se origina en nuestra provincia, unas 8
millones de toneladas. Si no existieran retenciones, eso
implicaría $1.000 millones más en el bolsillo de los productores
santafesinos". A modo de ejemplo, recordó que el año pasado los
productores aportaron más de 2.000 millones de dólares en
concepto de retenciones, recursos que -de haber quedado en la región- podrían
haberse reinvertido en maquinaria, tecnología, genética,
desarrollo, capital de trabajo y mejoras en infraestructura.
"Ese interior profundo lo
conocemos. Venimos de pueblos chicos y sabemos lo que significa para una
localidad que esos fondos circulen. Si se comprendiera más el ADN del interior
y se dejara de mirar tanto al AMBA, la Argentina podría encontrar una salida a
este momento tan particular", expresó.
Obra
pública: Santa Fe continúa, pero la paralización nacional afecta
Otro de los temas clave abordados fue el impacto
de la paralización de la obra pública nacional, una decisión
del Gobierno que afecta a muchas provincias. Si bien Santa
Fe continúa con su propio plan de infraestructura, la
suspensión de proyectos financiados con fondos nacionales -y en muchos casos
con créditos internacionales- tiene un efecto negativo.
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para el girasol argentino y preocupación por las retenciones
"Afecta muchísimo, sobre todo en las
rutas. Como dice nuestro gobernador, estamos perdiendo
el activo vial. Cuando las rutas se desgastan tanto,
recuperarlas luego será mucho más costoso", advirtió. Y agregó:
"Otros países avanzan con tercer carril, puentes, mejoras
logísticas, y nosotros retrocedemos en uno de los puntos
centrales de la competitividad productiva".
En contraposición, Santa
Fe muestra otro camino. El funcionario subrayó que, al asumir, se
saldaron deudas con contratistas, se ejecutaron nuevas obras y se
aplicaron controles estrictos en las licitaciones, permitiendo
que empresas de otras provincias participen y reduciendo los
costos hasta en un 40%.
"Demostramos que se
puede hacer obra pública sin corrupción. El año pasado
invertimos 500 millones de dólares en
infraestructura; este año pretendemos llegar a 1.500 millones de
dólares. Y casi todo está vinculado directamente al sector
productivo", concluyó.
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