Marcha de las antorchas por los 60 años de la
desaparición física de
Eva Duarte de Perón.
El Magazín de Merlo:
El pueblo se reunió en el bellísimo Parque Cultural San Antonio de Padua, de
allí autoridades y pueblo marcharon hasta el monumento de Evita.
María Eva Duarte, como se llamaba al
principio; Eva Perón, como se la conoció en sus últimos años; Evita, como el
pueblo la bautizó, fue una figura que rompió todos los precedentes históricos y
definió una modalidad política nunca vista hasta entonces.
Durante el breve
periodo de su actuación,
al lado de Perón, fue el centro de un creciente poder y se convirtió en el alma
del movimiento peronista, en su esencia y en su voz. Adorada y a la vez odiada
por millones de argentinos, lo que jamás provocó fue la indiferencia. Se sentía
asfixiada por el ambiente pueblerino y entonces, con tan sólo 15 años, decide
mudarse a Buenos Aires buscando convertirse en una actriz.
Sola, sin recursos
ni educación, se enfrenta con un mundo hostil y duro, cuyas reglas desconoce. Pero
triunfa: llega a ser actriz de cierto nombre, pese a la falta de mayores
talentos teatrales, y a encabezar un programa de radio muy escuchado. Pero su
destino era otro.
En enero de 1944, Eva Duarte conoce al coronel Juan Domingo
Perón en un festival que la comunidad artística realizaba en beneficio de las
víctimas de un terremoto que había destruido la ciudad de San Juan pocos días
antes. En
el mes siguiente, ya vivían juntos y dos años más tarde regularizan la
relación, contrayendo matrimonio en una ceremonia íntima y que no trasciende al
público.
En el aspecto social su trabajo se desarrolló en la Fundación Eva Perón,
mantenida por contribuciones de empresarios y por donaciones que los
trabajadores hacían cuando tenían una mejora en sus sueldos. Creó hospitales,
hogares para ancianos y madres solteras, dos policlínicos, escuelas, una Ciudad
Infantil. Durante las fiestas distribuía sidra y pan dulce, socorría a los
necesitados y organizaba torneos deportivos infantiles y juveniles. Eva Perón
falleció el 26 de julio de 1952, aun muy joven, enferma de leucemia. El dolor
popular no la abandonó en un velatorio que duró 14 días y a partir de entonces
no la abandonaría jamás.
Ayer 26 de Julio se cumplieron 60 años de su desaparición,
pero esta presente en el pueblos desde entonces, lo pudimos apreciar ayer en el
acto en su recordatorios en Merlo donde nadie quiso faltar, a pesar de las
vacaciones de invierno o el frío de la noche y al aire libre.
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