la felicidad:
"Sin
importarle el daño o perjuicio que pueda causar a los semejantes, las leyes
terrenales o divinas que deba transgredir, los valores que vaya a corromper,
las mentiras que deba decir o las justificaciones que tenga que inventar. “La
codicia siempre desea mas”
“Son inútiles todos
los cambios sin haber comprendido antes nuestra propia pobreza interior. Pueden
cambiarse una y otra vez los sistemas económicos, puede alternarse una y otra
vez el sistema social, pero si no hemos comprendido profundamente la íntima
naturaleza de nuestra pobreza interior, el individuo creará siempre nuevos
medios y caminos de obtener satisfacción personal a costa de la paz de otros”.
La codicia suele disfrazarse de
formas muy sutiles y a veces irreconocibles. El disfraz más común de la codicia
es la necesidad; sólo los auténticos atletas de la auto-observación psicológica
pueden entender la diferencia entre necesidad y codicia. Las necesidades
humanas son: pan, abrigo y refugio, es de suponerse que satisfechas estas
necesidades, el ser humano es feliz pero, ¿Por qué no es así? Porque la codicia
siempre desea más. Independientemente de lo mucho o poco que se posea, el yo de
la codicia nunca está satisfecho, piensa que merece y puede tener más, siente
que al poseer más cosas materiales obtendrá la tan anhelada felicidad y
entonces actuará moviendo el cuerpo físico para conseguirlo, sin importarle el
daño o perjuicio que pueda causar a los semejantes, las leyes terrenales o
divinas que deba transgredir, los valores que vaya a corromper, las mentiras
que deba decir o las justificaciones que tenga que inventar.
La CODICIA y la opulencia de tenerlo todo y derrocharlo, a costa del hambre de otros. |
El ser humano, sin
saberlo, se ha dejado engañar por la falacia del yo de la codicia, el cual ha
provocado una falsa apreciación, pues se le da una importancia desmedida a los
bienes y al dinero, a tal grado que se depende psicológicamente de ellos:
alimentan la vanidad personal, brindan prestigio social, otorgan los medios
para obtener poder…, aspectos que difieren de las auténticas necesidades
humanas. Para la codicia, el dinero tiene propósitos psicológicos y cuando se
depende de él para lograr fama, posición social, prestigio, poder o posición
social, entonces ocasiona conflictos en la mente y se esfuerza para poseerlo.
En la actualidad el
dinero es indispensable para poder sobrevivir y satisfacer las necesidades
físicas, sin embargo la codicia piensa que es para satisfacer las necesidades
psicológicas y depende de él, le interesa obtener satisfacción y sensación. El
dinero no es malo ni bueno, todo depende de dónde viene y en qué se utiliza.
La CODICIA desertifica y lleva a la extinción especies animales y vegetales, como así la vida humana. |
La codicia individual
se convierte en codicia colectiva. La codicia ha provocado graves daños a la
naturaleza y al propio ser humano. La codicia hizo que en Estados Unidos se
matara a los búfalos no por necesidad de satisfacer el hambre, sino para
obtener dinero a cambio de su piel. El pájaro llamado “chorlito” se extinguió
debido a la codicia de cazadores que se dedicaron a matarlo no para calmar el
hambre, sino para vender además de su carne, su precioso plumaje. La codicia ha
hecho que los seres “civilizados” acaben con los bosques y todo tipo de
recursos naturales sin tener plena conciencia del daño que con ello ocasiona.
La CODICIA y la minería a cielo abierto, todo por el oro, miles de hectáreas convertidas en desierto, matando todo lo que ese espacio contenía. |
La
falta de equidad y justicia distributiva en la sociedad es también resultado de
la codicia. EL dinero en sí mismo no es ni bueno ni malo, todo depende del uso
que hagamos de ÉL, si lo utilizamos para el bien, es bueno, si lo utilizamos
para el mal es malo. Tener dinero en demasía es fuente de temor, y no tenerlo
moderadamente es fuente de dolor. Debemos trabajar para tener lo necesario,
pero no debemos codiciar, no debemos olvidar jamás que la riqueza ha creado más
codiciosos que la codicia hombres ricos. La codicia tiene tal poder cegador,
que todos los argumentos del mundo no convencerían jamás a un hombre de que es
codicioso el YO de la codicia se reviste con santos ropajes.
La CODICIA contamina y mata, ríos bellos convertidos en tumbas. |
La codicia ha
originado el odio y las penalidades del mundo. Es causante de la guerra y de la
miseria. Solamente comprendiendo y eliminando la codicia individual terminará
la codicia del mundo y sus consecuencias. Aunque la codicia sabe
disimularse muy bien, es posible descubrirla a través de la virtud que se le
opone: el altruismo (la alegría de dar); pero no dar lo que sobra o lo que
estorba, sino lo que se considera propio y valioso, porque entonces surgirá
espontáneamente “el dolor del desprendimiento” que acusa, señala, la existencia
de la codicia. Es indispensable comprender profundamente la naturaleza del
agregado psicológico de la codicia, si es que de verdad queremos ser ricos
internamente. Quien es rico internamente es incapaz de explotar al prójimo, es
incapaz de robar y de mentir. Quien es rico internamente está libre de las
trabas de la sensación y satisfacción personal. Quien es rico internamente ha
hallado la felicidad.
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