El primer maestro argentino: Poco se sabe y no se
realizaron grandes investigaciones al respecto. Su nombre figura en contados
documentos. Por eso se busca en esta ocasión, revalorizar la figura de don Francisco de Vitoria,
el primer maestro argentino en el año 1605.
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| Estatua que recuerda a Don Francisco de Victoria |
Los
datos son escasos por eso se expone lo máximo encontrado a disposición del
lector y se invita a quienes tengan mayor información a que la compartan.
La vieja población de la Santísima Trinidad y Puerto de
Santa María de Buenos Aires, en la ciudad fundada por Garay hace 25
años, los vecinos no llegaban al centenar y trabajaban para su crecimiento. En
este contexto, el 1º de agosto de 1605,
el pionero de la educación le ofrece al Cabildo sus servicios como maestro de
las primeras letras.
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| Así era por el 1605, la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires, cuando Don Francisco comenzó con la primera clase. |
En su solicitud aclara que si le ofrecían casa y justa
retribución se ocuparía de impartir a los niños los conocimientos básicos.
Don Francisco fijó sus aranceles de la siguiente forma: Un peso mensual por la
enseñanza de la lectura y dos pesos por la de la escritura y cuentas. Sus
condiciones fueron aceptadas y así se convirtió en el primer maestro argentino
de los niños que con el tiempo conformarían la culta y pujante ciudad de Buenos
Aires.
En
el siglo XVII la enseñanza pasa a ser tarea de los religiosos y los conventos
se transforman en escuelas. De ese modo: franciscanos, jesuitas,
mercedarios y dominicanospor igual llevan adelante la tarea de
mejorar la formación y el comportamiento de los ciudadanos (también conocida
como tarea civilizadora).
Es
fundamental destacar que con Francisco de Vitoria,
la historia de nuestra educación echó sus bases de cultura en el Río de la Plata , maestros
como Vitoria, Sarmiento, Almafuerte, Pizzurno,
Estrada, Mercante y Rosario Vera Peñaloza entre
muchos otros, honran la tradición de la escuela argentina.
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