Dejando a un lado la clara y la yema, el huevo sí puede ayudarte a combatir la artrosis.
¿Cómo? Gracias a su cáscara.
En la cara interna de la cáscara del huevo hay una fina membrana que, en el medio natural, se encarga de proteger y amortiguar el movimiento del polluelo.
Sin duda, debido a sus específicas propiedades, este elemento sí puede resultarte de gran utilidad para tu problema.
La membrana del huevo presente en la cáscara contiene altas dosis de glucosamina, una sustancia que, con el paso de los años, disminuye sus niveles dentro del organismo.
Y que, para que te hagas una idea, es la principal responsable de proteger los cartílagos de los impactos que, por ejemplo, experimentan cada vez que das un paso.
Asimismo, también posee un elevado efecto antiinflamatorio.
Además, este elemento también contiene ácido hialurónico, el cual se encarga de aportar elasticidad a las articulaciones, y condroitina, cuya misión es la de proteger los tejidos del cartílago del daño enzimático y de la acción de los radicales libres.
Por si fuese poco, posee ingentes cantidades de colágeno aprovechable por el organismo que, en concreto, permite reconstruir el tejido conectivo dañado.
Por lo tanto, puede decirse que es ideal para acabar con los síntomas y curar la enfermedad.
Lo cierto es que, por ti mismo, extraer la membrana de la cáscara del huevo puede resultarte imposible.
Además, ibas a necesitar un gran número de huevos para conseguir la cantidad suficiente.
Sin embargo, por suerte para ti, hoy en día se comercializan suplementos completamente naturales elaborados a partir de ella.
Puedo asegurarte que, en menos de 7 días de tratamiento, los resultados son perfectamente visibles.
Fuente: Fundación artritis y artrosis-
No hay comentarios:
Publicar un comentario