Pasado un tiempo se trasladan a Bélgica donde vive
en las afueras de Bruselas, con su hermano Justo y Merceditas. Tiene un pequeño
jardín, un taller de carpintería. Escribe las “máximas”, y le hacen una
medalla.La nostalgia puede más.
En Noviembre de 1828 viaja a Inglaterra y allí se embarca de regreso a Buenos Aires, con nombre falso pero al llegar el barco a puerto, todos ya saben quién es «José Matorras». Lo reciben los anónimos, las calumnias e ingratitudes y la inminente guerra civil. No baja del barco, ni pisa su tierra. Desde el río, será su adiós para siempre. Regresa a Bélgica, y a los aprietos económicos.
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