SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



martes, 6 de enero de 2015

“EL que DEJA de SOÑAR pronto ENVEJECE” Lectura e imágenes para disfrutar en vacaciones.

Autor: Juan Simmons - 1866-
¿Existen las Hadas? ¿Debemos creer en ellas? Resultaría muy triste que las negáramos solo porque hemos llegado a la edad adulta.  ¿Existen las hadas en tu jardín o en los bosques aislados del común de la sociedad?
Tal vez ya no pero un descubrimiento reciente puede sugerir que alguna vez lo hicieron. Lo que parecen ser los restos momificados de un hada han sido descubiertos en la campiña de Derbyshire, Inglaterra.  Los restos de 8 pulgadas completos con alas, piel, dientes y cabello rojizo han sido examinados por antropólogos y expertos forenses quienes han confirmado que el cuerpo es genuino.
¿Un Hada verdadera momificada?
 
Los rayos X del “hada” revelan un esqueleto anatómicamente idéntico al de un niño. Los huesos, sin embargo, son huecos como los de los pájaros lo que los hace particularmente ligeros. La enigmática presencia de un hada sugiere que estos seres se reproducen de la misma forma que los humanos a pesar de la ausencia de órganos reproductores.
Esta historia fue desmentida y allá por el año 2007, pero quien sabe, quizás aun estamos a tiempo de tener contacto con un hada.
La imaginacion para pintar hadas atraves de los cientos de años no conoce limites,
las imagenes restantes son creadas o imaginadas por hombres o mujeres,
todos creen en las hadas y su misteriosa belleza..
 
El genial dramaturgo ingles William Shakespeare, en su obra Hamlet, sentencia que existe sobre la tierra más cosas de las que alcanza a percibir, la imaginación. Podríamos agregar también, que en un porcentaje alto lo fantástico es invisible a los ojos. La creencia en la existencia de las Hadas, es común a las más diversas culturas, encontrando el origen en los mitos y leyendas de cada una de ellas.


Una de las tantas leyendas, sostiene que las hadas son ángeles caídos o paganos muertos que no han sido suficientemente buenos para entrar en el paraíso, ni tan malos como para entrar en el infierno, quedando obligados a vivir eternamente a mitad de camino.

Otra leyenda cuenta que cierta vez, estaba Eva, a orillas de un río, bañando a sus hijos, cuando escucho que Dios, le hablo. Temerosa, Eva oculto a los hijos que todavía no había bañado, para que Él no los viera. Dios, que todo lo ve, le preguntó si con ella estaban todos sus hijos y Eva mintiendo, respondió que sí. Entonces, Dios le advirtió que aquellos que había ocultado, quedarían ocultos para siempre a los ojos de los hombres y fueron esos niños los que se convirtieron en hadas o Elfos.


La ubicación de estos seres elementales, ha sido variable con el correr de los tiempos y las culturas. Para los Irlandeses, alguna vez se ha encontrado en el horizonte y otras bajo sus propios pies, alguna vez en tierras montañosas y otras en una isla mágica en el medio del mar, o debajo del océano.
Para otras culturas se los puede encontrar, en el ambiente natural, en una planta, un árbol, la tierra, un lago, en la brisa, el sol, en el perfume de las flores y todo lo natural que nos rodea. En una palabra, el aire, el agua, la tierra y el fuego son los cuatro elementos que contienen a los Espíritus Elementales.
 
La creencia en hadas y otros seres mágicos hunde sus raíces en la noche de los tiempos y el recuerdo de ésta creencia persiste en lo mas profundo de psique humana. En toda Europa, el pueblo, y en especial las comunidades rurales, ha conservado una gran riqueza de tradiciones relativas a estos seres que adoptan una gran variedad de formas y que pueden ser buenos o malos, perjudiciales o benéficos, pero a los que en cualquier caso hay que tratarlos con gran prudencia, pues ofenderlos puede ser muy peligroso. Para protegerse de ellos o para ganarse su favor, hay muchos amuletos, gestos, rituales, etc., en los que el pueblo confiaba ciegamente. Y es que la relación entre hadas y humanos es muy compleja y a menudo, de mutua dependencia y regidas por unos parámetros fuera de lo cotidiano, ya que el mundo de las hadas tiene sus propias leyes, muy distintas de las nuestras.
 
Algunas de éstas creencias son tan antiguas como la vida misma: existen crónicas medievales de principios de siglo XII en las que aparecen cuentos que son ejemplo de ellas, y en algunos lugares de las Islas Británicas, el folclore relativo a las hadas es de una riqueza impresionante y hasta cierto punto sigue aún viva.
Recordemos que en nuestro país las hadas fueron inclusive fotografiadas, y se hallan presente en el alma de grandes y chicos, queda demostrado la gran cantidad de hombres y mujeres que se tatúan para siempre hadas.
¿Usted que piensa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario