Arturo Martín Jauretche nació
el 13 de noviembre de 1901 en Lincoln, un pueblo de la provincia de Buenos
Aires, en el seno de una familia de clase media. Su padre, Pedro Jauretche, era
funcionario municipal y militante del Partido Conservador. Su madre, Angélica
Vidaguren, era maestra.
Tras radicarse en Chivilcoy y participar en las luchas estudiantiles por
la Reforma Universitaria de 1918, Arturo llega a Buenos Aires en 1920 para
continuar sus estudios y conseguir el título de abogado. En 1922 descubre el
nuevo modelo de integración social promovido por la Unión Cívica Radical y
se incorpora al sector de Hipólito Yrigoyen, los llamados “radicales
personalistas”.
Jauretche se desempeña como funcionario durante el segundo mandato de
Yrigoyen, desde 1928 hasta 1930, cuando se produce el primer golpe de estado
encabezado por José Félix Uriburu, que da lugar a la llamada Década Infame.
A partir de ese momento protagoniza la lucha callejera, combatiendo a mano
armada junto a los insurrectos y desarrollando una intensa actividad política.
En 1933 toma parte en el alzamiento de los coroneles Roberto Bosch y
Gregorio Pomar en la provincia de Corrientes. La asonada es vencida y Jauretche
cae preso. Es en la cárcel donde escribe “El paso de los libres”,
cuya edición será prologada por Jorge Luis Borges, quien califica al poema como
"merecedor de la amistad de las guitarras y los hombres".
En 1935, ya muerto Yrigoyen y ante la evidencia de que el Radicalismo
comenzaba a perder su fuerza para cambiar el destino del país, Jauretche
participa de la formación de FORJA (Fuerza Orientación
Radical de la Joven Argentina). Esta agrupación (que cuenta también con la
participación de Homero Manzi, Luis Dellepiane y Raúl Scalabrini Ortiz, entre
otros) más que una fuerza política fue una corriente de pensamiento que postuló
la necesidad de restituir “lo nacional” como centro de
análisis, a la vez que lo identificaba con los intereses populares. FORJA se
disuelve en 1945 con la llegada del Peronismo, ya que considera que sus propios
objetivos (la creación de una política nacional y de recuperación de la
soberanía contra el capitalismo extranjero) se habían cumplido.
Es precisamente en 1945 cuando Jauretche se adhiere al peronismo y un
año después es nombrado presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Su gestión se caracteriza por el apoyo a la empresa nacional. Renuncia en 1950
por entender que el nuevo equipo económico de Perón no garantiza el
cumplimiento de las banderas históricas del Movimiento Peronista. Recién
volverá a la función pública en 1973 cuando durante el breve gobierno de Héctor
Cámpora, Jauretche ocupa la presidencia del directorio de la Editorial de la
Universidad de Buenos Aires (EUDEBA).
Cuando se produce la Revolución Libertadora que
derroca a Juan Domingo Perón en 1955, Arturo Jauretche comienza su
participación en la Resistencia Peronista. Como pensador, se impone la tarea de
una acción pedagógica que impida que la derrota política de las masas se
convirtiera en una derrota ideológica. Aquí nace el Jauretche escritor y
polemista que publica una docena de libros donde
aquellas ideas de los años ‘30 se asientan y constituyen una visión preclara de
la realidad argentina. Funda el periódico “El Líder” y
el semanario “El 45” , donde
critica el régimen de facto y es perseguido y obligado a exiliarse en
Montevideo (Uruguay).
En el exilio se mantuvo crítico con la sociedad argentina, proponiendo
la integración de los intereses de la burguesía y el proletariado para el
desarrollo de una economía sólida. Esta posición le granjeó enemistades por
parte de los liberales y de la dirigencia justicialista.
En 1961, a
pesar de no contar con el apoyo político de Perón (cuyo candidato era el ex
conservador Damonte Taborda) se postula al cargo de Senador Nacional pero no
logra acceder a la banca.
Jauretche saluda el regreso del general Perón en 1972 porque entiende
que debía cerrarse el ciclo histórico que se había interrumpido en 1955. Una
nueva etapa se abre en la historia del país y Jauretche necesita reubicarse
ante esa nueva realidad, tarea nada fácil. A su regreso, Perón y su entorno no
lo tienen en cuenta y tampoco lo anima el giro a la derecha del viejo líder.
Por otro lado, le entusiasma el aporte juvenil a la renovación del peronismo,
pero la idea de un “socialismo nacional” sostenida por estos sectores era
difícil de conjugar con su defensa de un “capitalismo nacional”. A esto se
suma, su descontento por el camino que los sectores juveniles del peronismo
comenzaban a transitar.
En 1974, realiza sus últimas conferencias en la Universidad del Sur
donde trata de dar cuenta de esta nueva realidad nacional. Arturo fallece
en el día de la Patria, el 25 de mayo de 1974.
El 29 de diciembre de 2003 el Ejecutivo Nacional promulga la Ley 25.884,
por la cual declara "Día del Pensamiento Nacional" al 13 de
noviembre, fecha del nacimiento de Arturo Jauretche. En sus fundamentos destaca
que "...en nombre de todos aquellos que encienden diariamente el debate
sobre los grandes temas nacionales, es que presentamos este Proyecto de Ley,
para que junto a la memoria de don Arturo Jauretche, se fortalezca y crezca la
intelectualidad nacional".
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