SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 13 de julio de 2025

ARGENTINA: Aislantes térmicos con lana de oveja de DESCARTE en San Luis.

Una innovadora articulación público-privada dio origen a un desarrollo que promete transformar un residuo en una solución sostenible para la construcción: aislantes térmicos de alta eficiencia fabricados a partir de lana ovina descartada.




 Una innovadora articulación público-privada entre el INTA y la empresa Aislana, con sede en San Luis, dio origen a un desarrollo que promete transformar un residuo en una solución sostenible para la construcción: aislantes térmicos de alta eficiencia fabricados a partir de lana ovina descartada.



Si bien la lana de oveja es conocida por su uso en la industria textil, sus propiedades físico-químicas la convierten también en un material ideal para aplicaciones no textiles, como la aislación térmica. Su capacidad de retención del calor, resiliencia natural y disponibilidad en distintas regiones del país la vuelven especialmente atractiva como alternativa a los materiales sintéticos de origen fósil o mineral.



El INTA desarrolló una tecnología específica para aprovechar las lanas gruesas, que habitualmente son desechadas por no tener valor comercial en la industria textil. A través de un acuerdo con Aislana, esa tecnología se escaló industrialmente, generando un triple impacto positivo: sustituye insumos tradicionales con una opción más ecológica, impulsa la economía regional y valoriza un subproducto antes descartado o incinerado.

"En nuestro país no existían aislantes a nivel comercial que reemplazaran materiales de base fósil o mineral con alto aporte energético", explicó Lucas Zanovello, investigador del INTA Patagonia Norte. "Este desarrollo permitió a los productores laneros descubrir que su descarte tenía valor de mercado, lo que incluso incentivó el aumento de las majadas", agregó.




Desde su origen, la iniciativa se pensó con una lógica de bajo impacto ambiental, aprovechando energías renovables y procesos eficientes. El resultado es un aislante con características térmicas destacadas y una producción adaptable a distintas escalas, lo que lo vuelve viable tanto para grandes obras como para proyectos de construcción más pequeños.

Por su parte, Javier Dupuy, representante de Aislana, destacó que este tipo de soluciones son fundamentales para avanzar hacia una construcción más sustentable: "Esta tecnología evidencia el potencial que posee este subproducto. Para consolidarla en el mercado, es clave seguir mejorando y automatizando los procesos productivos".

Con este avance, el descarte de lana ovina encuentra un nuevo lugar en la economía circular, demostrando que innovar también es transformar residuos en oportunidades.

 

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario