Con precios bajos y una faena que crece a niveles “escandalosos”, Brasil
inunda el mercado global. El mes pasado hubo un récord de carne de ese país que
ingresó a Argentina. El analista Ignacio Iriarte explica que está sucediendo en
el gigante sudamericano.
El mercado ganadero global atraviesa un momento inédito, con Brasil como
protagonista excluyente.
El país vecino no solo lidera las exportaciones mundiales de carne vacuna, sino que también ha incrementado sus envíos hacia
la Argentina, algo
impensado hace apenas unos años.
El analista ganadero Ignacio Iriarte explica
que esta “superoferta
brasileña” se
sustenta en dos pilares: precios de hacienda extremadamente competitivos y una faena interna
descomunal.
“Brasil está
operando casi un dólar por kilo vivo por debajo de todos sus competidores.
Mientras Uruguay o Australia cotizan entre 5,30 y 5,50 dólares, Brasil logra
sostenerse mucho más bajo”, señaló.
Esa diferencia de costos, sumada a una oferta interna que parece no
tener techo, permite al gigante sudamericano vender más y más barato, desplazando a competidores
tradicionales y
consolidando su dominio.
En septiembre, el ingreso de carne brasileña a nuestro país fue récord
absoluto: 2.326 toneladas. No obstante, vale mencionar que no es un riesgo para
la actividad local: representa
apenas 1% de la faena argentina, que se ubicó en torno a 270.000 toneladas.
FAENA RÉCORD Y EXPANSIÓN SIN PRECEDENTES
El volumen de faena brasileño es la clave detrás del fenómeno. Según
Iriarte, en algunos meses
la faena creció un 38% interanual, un salto que califica como “escandaloso” en comparación con los modestos incrementos
del 3% al 5% que suelen observarse en otros países.
“Brasil se ha
apropiado de casi todo el crecimiento del mercado mundial de carne vacuna. De
las 1,6 millones de toneladas que aumentó el comercio global en los últimos dos
años, 1,2 millones fueron absorbidas por Brasil”, detalló el analista.
Esa magnitud de exportaciones no tiene antecedentes y explica por qué
Brasil y Australia concentran hoy prácticamente todo el crecimiento del negocio
mundial de carne.
Lo sorprendente es que, lejos de saturarse, el gigante sudamericano continúa ganando terreno,
incluso en mercados vecinos como el argentino, donde su carne llega con precios imposibles de igualar.
¿STOCK OCULTO O LIQUIDACIÓN GANADERA?
El gran interrogante que desvela a los analistas es cómo logra Brasil
mantener semejante nivel de oferta. Iriarte plantea dos hipótesis.
La primera apunta a un subregistro del stock ganadero: “Es posible que Brasil tenga un stock mucho más
grande del que se pensaba. Incluso el USDA reconoció hace dos años haber
inflado sus estimaciones previas en 20 millones de cabezas”.
El segundo escenario, considerado más probable, es que el país atraviese un proceso de liquidación
ganadera, donde los
productores aceleran la venta de animales ante la expectativa de menores
márgenes futuros.
“Todo indica
que Brasil está liquidando ganado, y cuando ese proceso termine, se va a sentir”,
advirtió Iriarte.
De confirmarse esta tendencia, la superabundancia de carne brasileña tendría fecha de vencimiento.
“Las consultoras privadas proyectan que la faena podría caer un 9% el
próximo año”, agregó el analista. “En un país que produce entre 10 y 12
millones de toneladas, eso
significaría un millón de toneladas menos, lo que ahora le está sobrando”.
FIRMEZA DE PRECIOS Y EL FACTOR CHINA
El desenlace del ciclo brasileño podría inyectar firmeza a los precios
internacionales. “Si Brasil pasa de
la liquidación al equilibrio, el impacto será mayúsculo. Menos carne disponible implicará precios más
altos en el mercado mundial”, sostuvo Iriarte.
Pero el panorama no depende solo de Brasil. El analista apunta a otro jugador clave: China, principal importador global de carne vacuna.
“Las próximas
noticias importantes llegarán en noviembre, cuando China comunique qué va a
hacer con sus importaciones de carne”, anticipó.
El país asiático podría implementar nuevos aranceles o cupos, medidas que modificarían los
flujos comerciales y la
formación de precios. “Algo va a hacer seguro”, dijo Iriarte, en referencia a
las señales que ya emite el gigante oriental.
Si China restringe sus compras, el efecto será inmediato: mayor presión sobre los precios internacionales y un reacomodamiento
de destinos para la carne brasileña y australiana.
UN MERCADO EN TRANSFORMACIÓN
El auge exportador de Brasil no solo altera el equilibrio mundial, sino que también reconfigura la
competencia regional, afectando incluso a países productores como Argentina. La carne brasileña —barata, abundante y con una
estructura industrial gigantesca— marca el pulso del comercio global y desafía
la sustentabilidad de los precios actuales.
Sin embargo, el propio Iriarte advierte que esta etapa podría tener un
final cercano: “Cuando la liquidación se agote, y Brasil tenga menos carne
disponible, veremos un cambio
profundo en la dinámica del mercado”.
En otras palabras, el gigante que hoy inunda el mundo con carne podría
pronto enfrentarse al otro lado del ciclo: menos oferta, precios más firmes y una nueva
redistribución de poder entre
los grandes jugadores del mercado global.
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